Anotaciones sobre los difrasismos del Calepino Maya de Motul

por William H. Mex

“Las figuras literarias son realizaciones especiales de la lengua. Son — podríamos decirlo así — una subversión del lenguaje, en cuanto a que lo modifican y alteran y contravienen” 1

Esta entrada presenta, traduce y explica algunas de las figuras literarias conocidas como difrasismos que se registraron en el texto maya yucateco colonial llamado Calepino Maya de Motul (abreviado CMM). Con este texto se busca contribuir a la comprensión y a la traducción de las figuras literarias mesoamericanas en general 2.

Introducción

Las lenguas mesoamericanas son ricas en figuras literarias relacionadas con la retórica y estética del lenguaje. En el caso del maya yucateco (peninsular) antiguo, algunos estudiosos han recalcado sus particularidades, a veces etiquetándolo como un idioma “más sencillo, más regular, más expresivo y más fecundo que los idiomas derivados del latín y del griego” 3. Varios académicos han llamado la atención sobre la literatura maya colonial y prehispánica y las figuras literarias que en ella se encuentran 4. Recientemente, en el corpus de literatura maya clásica (250-900 d.C.) han sido detectadas figuras literarias como la sinonimia, el paralelismo, la metáfora, la hipérbole y el difrasismo, entre otras 5.  

¿Qué es un DIFRASISMO?

La figura que nos atañe se puede definir en primera instancia como aquella que expresa “una misma idea por medio de dos vocablos que se completan en el sentido, ya por ser sinónimos, ya por ser adyacentes” 6. Se considera que estas expresiones pueden tener un sentido metafórico y que para entenderlas y explicarlas no es suficiente con tomarlas en su sentido literal. Un ejemplo de difrasismo bien conocido lo tenemos en Mixteco clásico (colonial) como <ino dzehua> que literalmente se traduce como ‘tabaco-cacao’, pero que refiere a las ‘arras, presentes que se dan en los casamientos entre señores’ 7. En ocasiones, también es posible encontrar la yuxtaposición no de dos, si no de tres lexemas que remiten a un significado distinto del que corresponde a cada palabra, lo que se podría llamar trifrasismo 8.

Una definición más precisa y extensa  ha sido proporcionada por Mercedes Montes de Oca Vega (2019), para quien esta figura literaria es:

“La unión de dos o más lexemas independientes en yuxtaposición [juntos, aunque pueden tener otros elementos] que no entran en composición en una sola estructura de significado… los lexemas remiten a referentes culturalmente significativos y la relación entre los términos puede darse de diferentes formas, en forma de muchas asociaciones semánticas: casi-sinonimia, complementación, coordinación, interdependencia genérico-específica (etc.)”. 

Es decir, son básicamente procesos de denominación (sirven para nombrar referentes) construidos a partir de procedimientos metafóricos, pero también pueden ser metonímicos, metafóricos o de otro tipo (como los analógicos). Los difrasismos cumplen función estilística; función de denominación (dan nombre a algo); función honorífica (dentro de las lenguas refieren a un estatuto más elevado, reflejan respeto); implican comunicación privilegiada (y servían para comunicarse con los jerarcas); implican mnemotécnica (ya que permiten recordar y reproducir lo oral); y también cambio de registro (ya que no son habituales o normales). Además, el difrasismo sirve para organizar textos y enunciaciones. Usualmente hay un término habitual para designar un referente y es posible que exista un término difrástico; con el primero nos referimos a todo un concepto, con el segundo resaltamos una de las partes del concepto; es decir, el difrasismo focaliza una de las características del referente 9.

Para localizar los difrasismos, se hizo una revisión del texto del CMM en maya y de las traducciones de las palabras o frases al español, detectando traducciones no literales y pares de palabras mayas que no tienen un equivalente único en español. Se han detectado aproximadamente sesenta expresiones en el Calepino que podrían ser difrasismos. En algunos casos, dado que tenemos ejemplos de sus equivalentes en otras lenguas mesoamericanas, es posible etiquetarlos como tales. En otros casos, al carecer de equivalentes mesoamericanos claros, se expresa la posibilidad de que se trate de difrasismos, dado que se encuentran elementos pareados o paralelos 10.

LOS DIFRASISMOS PENINSULARES DEL CALEPINO MAYA DE MOTUL

TUNICH-CHE; PIEDRA-PALO

El equivalente a este difrasismo es bien conocido en varias lenguas mesoamericanas. Aparece en Nahuatl como in tlatoltetl in tlatolquauitl ‘palabra-piedra’ y ‘palabra-palo’ = ‘el castigo hablado’, como in cuahuitl in tetl ‘el palo-la piedra’ y como in tetl in cuahuitl ‘la piedra-el palo’ = ‘(el) castigo, (la) corrección’ 11. Y también en mixteco colonial o dzaha dzaui se registró la figura retórica: yuu yutnu ‘piedra-palo’ = castigo 12.

En el Calepino, el registro del par palo-piedra en relación con el castigo aparece en una expresión que refleja la influencia temprana europea del siglo dieciséis:

<emaan v che, v tunich Dios c oklal> traducido en el mismo manuscrito como ‘ha venido el castigo de Dios sobre nosotros, con muertes o pestilencia’. La expresión colonial, a la letra, se traduciría como ‘ha bajado el palo, la piedra de Dios sobre nosotros’ 13, una clara referencia a los objetos que se usaban para golpear y castigar a alguien.

Aunque es común encontrar en otros textos mayas este difrasismo asociado a la idea de ‘ídolo’ 14, también se relaciona con la rebelión y los levantamientos. Así, por ejemplo, tenemos:

<ah likçah che, ah likçah tunich, ah likçah ya> o bien <ah likçah katun> como ‘desobediente a sus señores o padres, que alça piedra o palo, o se levanta contra ellos’; ‘vil en la generación o linaje’.

Es interesante que el escrito presente ambas traducciones, pero más interesante es que incluya <ya>, al final, que no es claro si es un sufijo o refiere al ‘dolor’ u otra palabra relacionada, por lo que podrían ser tres (y no dos) los elementos a tomarse en cuenta. La entrada <ah likçah katun>, aunque se puede traducir como ‘el que levanta el ejército/guerra’, ta vez tenga que ver con ‘piedras’, ya que la expresión <katun> parece originarse a partir de las voces <kak> ‘fuego’ y <tun> ‘piedra’, siendo ‘fuego-piedra’ (o ‘piedra ígnea’) un término compuesto para ‘batallón, ejército’ o ‘guerra’ 15. Estas expresiones obviamente resaltan la importancia de los palos y piedras como materiales usados para elaborar las armas ofensivas de los antiguos mayas.

El Calepino también registra <likçah che, likçah tunich> ‘alçarse, leuantarse, amotinarse contra alguno’; ‘descomedirse contra otro y negarle la obediencia’ y el agentivo <ah nacçah tunich; ah nacçah che> ‘desobediente, que se levanta contra su señor o padre’ (literalmente ‘el que eleva la piedra, el que eleva la madera’). Además, tenemos, a modo de refrán <hij tab a cimil, tu yam che, tu yam tunich> ‘no se sabe a dónde has de morir, si entre piedras o entre palos; eres trauieso y gran vellaco’. Esta última frase se puede traducir como: ‘no se sabe donde has de morir, si en medio de un pleito o castigado’.

Como ha sido expresado, el mismo difrasismo parece haber adoptado una connotación relacionada con la moral de las escrituras cristianas, ya que se registró: <ma tunich v nup tunich, ma che v nup che, ma ix keyah v nup keyah> ‘no ha de auer piedra ni palo [contra palo, ni riña contra riña]; esto es, no se ha de dar mal por mal’. Y, de manera semejante, tenemos: <v hel v hel che, v hel v hel tunich, etc.> ‘a vn palo, otro palo, y, a vna pedrada, otra, etc., ‘esto según ley del mundo, porque según los cristianos: <ma che v hel che, maix tunich v hel tunich> no se ha de dar palo por palo, ni piedra por piedra; no se ha de dar mal por mal’ y también: <ma che v kexul che ma ix tunich v kexul tunich> ‘no se ha de dar mal por mal; esto es, no se ha de dar palo por palo y piedra por piedra’. En el primer caso parece haberse formado un trifrasismo con las palabras <tunich, che, keyah> (piedra-palo-riña), aunque no es claro si tiene equivalentes en otras lenguas mesoamericanas.

El último de los significados asociados con este difrasismo es el de ‘carga, trabajo’. A manera de refrán, en el CMM tenemos <çaal che, çaal tunich tu mul lath bal> ‘la carga, lleuada entre muchos, es liviana’, que se puede traducir como: ‘liviano es el palo, liviana es la piedra, por muchas manos llevadas’ o bien, ‘liviano es el castigo’ 16. Otras expresiones relacionadas son: <pixin che pixin tunich> ‘pasar trabajo y malauentura’, <in pixin tah che yetel tunich a uoklal> ‘pasé mucho trabajo por ti’ y <pixin che pixin tunich in cibah tamuk in ximbal> ‘mucho trabajo pasé en mi camino’.

Aunque no es seguro que este último significado sea completamente mesoamericano (no encontré ejemplos iguales), trae a la mente el difrasismo Nahuatl in huictli, in mecapalli ‘la coa-el mecapal’ que refiere al ‘trabajo rudo’ 17. En el caso maya, se puede entender que la relación entre piedra-palo y carga-trabajo se originó porque los primeros materiales son los que se usaban en la milpa y en la construcción de las ciudades y casas.

AL-MEHEN; hijo/a de padre – hijo/a de madre

El difrasismo y sus equivalentes son bien conocidos. El par <al> ‘hijo de madre’ <mehen> ‘hijo de padre’ se forma por medio de “dos elementos en relación semántica de complementación” y refiere al ‘noble’ o al “descendiente por linaje” 18. A partir de estas dos palabras, en maya colonial se forma el sustantivo abstracto <almehenil> ‘hidalguía’ o ‘nobleza’. En Achí encontramos al-k’ajol ‘hijo de mujer-hijo de hombre’ y en Tzeltal tenemos al-nich’an con el mismo significado, así como y-al s-nich’an hijo de mujer + hijo de hombre = descendiente legítimo 19. La forma aparece poseída, como en maya clásico 20.  

Las entradas del CMM relevantes son: <al mehen> ‘hijos, respecto de padre y madre’, <al mehen> ‘hidalgo, noble, cavallero ylustre por linaje, y el señor o principal del pueblo assí’ y <et alil et mehenil> ‘hermano de padre y madre, y hermanos entre sí’ 21. Cabe destacar la expresión <ocçah ti almehenil> ‘ennoblecer a vno, hazerle noble o hidalgo, o legitimarle’, que es semejante a la expresión yucateca <ocçah ti batabil> ‘comenzar a ser batab’, que se encuentra en otra fuente colonial 22.

El equivalente a este difrasismo aparece en el período Clásico como y-al u mihinil, aunque el uso de los pronombres ergativos en este caso no es totalmente comprendido 23. Finalmente, cabe mencionar que en Nahuatl se hacía referencia a la descendencia por medio del difrasismo in topilhuan in toxuiuan ‘nuestros hijos-nuestros nietos’ 24.

<POP-DZAM>, estera – trono

Este es otro de los difrasismos mesoamericanos ampliamente conocidos. En Mixteco es yuvui-tayu, en Nahuatl petlatl-icpalli, y en ambos casos se hace una referencia a ‘(el) poder (real), (la) autoridad (real)’ 25. Este difrasismo aparece en el Códice Pérez (período actual), en el Chilam Balam de Chumayel (colonial), en el Códice Dresde (Posclásico) y en las inscripciones clásicas de Palenque 26. Su aparición – poco común – en la zona maya podría indicar que se trata de un rasgo casi exclusivo del área de Tierras Bajas, aunque en Kaqchikel colonial (y de manera semejante, en K’iche’) tenemos el par <nu tem-nu ch’akat> ‘mi asiento-mi silla27.

Otras entradas que nos interesan en el Calepino son: <num poop, num dzam> ‘trabajo y miseria’ que se etiquetan como vocablos antiguos y <num poopen, num dzamen; ah num ya poopen ti num ya; ma bal yanten> ‘soy pobre y miserable; no tengo tras qué parar’. Estos términos (que merecen ser revisados más a detalle) se relacionan con <num ya> ‘miseria, fatiga, adversidad’ y posiblemente hagan referencia a algún gobernante que ha perdido la estera <poop> y el trono <dzam>, es decir, que ha “pasado” la estera y el trono. También en la escritura jeroglífica y en el arte maya clásico se encuentra el equivalente de este difrasismo.

<IDZIN – ÇUCUN>, hermano menor – hermano mayor

El difrasismo formado por <idzin> ‘hermano menor’ y <çucun> ‘hermano mayor’ se encuentra en varios textos coloniales. El significado refiere a la ‘fraternidad’ sin que necesariamente indique una relación sanguínea 28. Este difrasismo se halla en Nahuatl colonial como amo çan miccauh-amo çan machcauh ‘no solo tu hermano menor-no solo tu hermano mayor’ 29. En Mixteco colonial se encuentra ñani-tnaha ‘hermano-pariente, compañero, amigo’, que, aunque no idéntico, se traduce como ‘hermandad’ (al parecer en un contexto cristiano) 30.   

Las entradas del Calepino son: <idzin çucun> ‘hermanos o próximos, hablando en general’; <ah idzin çucunil> ‘hermanos o próximos; <ah idzin, ah çucun lah> ‘hermanos de padre y madre’, Item, los que están entre sí conformes y hermanados’; <idzin çucunil> ‘aquella hermandad o proximidad, caridad y fraternidad, y tenerla. También tenemos <idzin çucun tah> ‘hermanarse y tener paz vnos con otros’ y <idzin çucunil .I. idzin çucunal> ‘dos hermanos’. Es interesante que ninguna de las entradas presente la traducción literal ‘hermano menor-hermano mayor’.

Este par también se ha ubicado en la escritura jeroglífica maya del Clásico tardío (en los murales de Xultún) como itz’in taj y sakun taj, nombres de especialistas traducidos como ‘obsidiana menor’ y ‘obsidiana mayor’ 31.  

Es interesante también que aparezca el difrasismo <idzin cic> ‘hermano menor-hermana mayor’, o bien, ‘hermanos o próximos, hablando en general; y dízese también de mugeres’, que da lugar a los términos <idzin cicil ; idzin cic nal> ‘hermandad, paz y conformidad, y tenerla como hermanos’ y <ah idzin, ah cic nal> ‘hermanos de padre y madre’.

Para finalizar, se ofrece una lista de difrasismos no tan comunes y algunos posibles difrasismos que se encuentran en el Calepino Maya de Motul. En algunos casos, se menciona su equivalente mesoamericano o se menciona algún dato que ayuda a su comprensión. Esta lista debe ser analizada con cuidado y revisada, para verificar hasta que punto las expresiones aquí expuestas refieren a difrasismos:

<haa  vah  ixim>; agua  pan  maíz (bebida y comida) = sustento

<tu çaat haa, tu çaat vah, tu çaat ixim yan on> ‘no llueue, ni se halla pan ni maíz; estamos en tiempo de carestía’; <v lah vah, v lah haa ten> ‘lo postrero que como y bebo’; <nocbah hanal ; vah, nocbah haa ; vkul> ‘bivir mucho’

Expresión en textos nahuas:

ca nauh, ca notlacual ‘es mi bebida, es mi comida’ (‘es mi propiedad, es mi sustento’)32

<chulul  bat>; arco y hacha = armas

 <xiic en in chhaab in chulul yetel in baat, pecnebal uol> ‘yré por mi arco y por mi hacha; quizá serán menester’; <uiil tok ; uiil halal> ‘matanza grande haber en la guerra y hazerse esta’  33 

Ejemplo del nahuatl:

in mitl in chimalli ‘la flecha-el escudo’ = guerra; in chimalli in tlahuiztli ‘escudo-armas’

Expresión en mixteco colonial:

nduvua-cusi ‘flecha, arcón, saeta-arco para tirar’ = armas de guerra

<oc  kab>; pie y mano = poder de obrar; la persona

<yocilanen batab ; yoc kabilanen batab> ‘soy los pies del caçique, soy sus manos; negoçio por él, soy su abogado o procurador; no se menea sin mí’  (soy su persona, soy el servidor del cacique).

Ejemplo del nahuatl:

in maitl in icxitl ‘la mano-el pie’ = la persona. “Las manos y los pies indicaban metafóricamente el poder de obrar; se hablaba por ejemplo de los que no habían escondido sus manos y sus pies, esto es, que habían actuado en beneficio de los demás” 34.

Notar que en mixteco el difrasismo ndaha saha, “mano y pie” en la actualidad se usa para referir a servidores o para referir a los recursos humanos.

<pacat – uich> mirada y ojos; <uich – kak> ojo(s) y lumbre = capacidad de ver

<tupaan v uichob, tupaan v kakob> ‘están huérfanos de padre y madre, que les seruían de ojos y lumbre, y por esso están como ciegos’.

<kinam v pacat, kinam v uich> ‘tiene vista y rostro venerable, que le respectan’.

Referencia nahuatl:

in tlauiltin in ocome in tezcame

(los ancestros son) las claridades, los ocotes, los espejos

in tlahuilli, in ocotl, in machiotl, in octacatl, in coyahuac tezcatl: mixpan nicmana.

“Una luz, una tea, un dechado, una vara de medir, un ancho espejo, pongo delante de ti.

Te pongo estas palabras o a esta persona como ejemplo” 35.

<cot  pacab>, muro y ventana / dintel = protección

<ah chhin cot, ah chhin pacab> [atrevido y desobediente a sus padres o a sus señores]; <chhin cot, chhin pacab> ‘atreuerse contra sus padres y señores, desobedecerlos, menospreciarlos’.

Referencia nahuatl:

motenan, motzacuil: tu muro, tu albarrada. El funcionario o gobernante que protegía al pueblo 36

<kin – haab>; día (destino) y año(época) = todo el tiempo; eternidad

<ya v than kin ti vinicil ; ya v than haab ti vinicil> ‘penosa es la vida del hombre en el mundo’.

<v lah haab, v lah kin> ‘durante el año, durante el día’

<num kin, num haab a lobil> ‘siempre eres ruin y malo’

<haab – u – katun> año, mes, veintena = todo el tiempo; eternidad

<cuch haab, v cuch haab, v cuch U ; v cuch katun> ‘los trabajos, hambre y pestilencias, que suceden en esta vida’  

<cuch katun> ‘lo mismo que cuch haab’. Item, ‘ser vencido o muerto en la guerra’

<v cuchah v chimal Pedro tamuk v thanal than yetel Juan> ‘Pedro fue vencido por Juan [mientras disputaba con él]’

<maax kin, v maax katun> ‘refino vellaco’; <maax kin .I. v maaxil kin> lo mismo que v maaxil katun…

<kin  akab  haab>; día, noche, año = todo el tiempo

<ma a hunhun mac cunicex a baxal, a keban, ti kin, ti akab, ti haab> ‘no juguéis ni pequéis todos los días, todas las noches, todos los años en peso’.

<akab / kin> noceh y día = todo el tiempo

<hun kalab akab ; hun kalab ti akab, hun kalab kin ; hun kalab ti kin ‘toda una noche, todo un día’.

<hun mac kab ; hun mac ti akab, hun mac kin ; hun mac ti kin> ‘toda la noche, todo el día’.

<tu chan kin tu chan ákab> ‘de día y de noche’.

<tzoy / hanal> los bienes y la comida = sustento

<yetail tzoy, yetail hanal ; piz tzoy yetail, piz hanal yetail> ‘amigo (como dizen) de taça de vino’.

<piz hanal yetail ; piz tzoy yetail> ‘amigo de taça de vino, por solo la comida o dinero’.

<ah etail hanal, ah etail vkul, ah etail tzoy> ‘amigo de taça de vino, como en España’ (lit. compañero de comida, compañero de bebida, compañero de bienes)  

<pidz / kuch> desmotar e hilar

<man[ç]ah et xula pidz, et xula kuch> ‘pagar así la india a las que le aiudaron a desmotar su algodón, a hilarlo’.

Referencia nahuatl:

in malacatequiuh in itzotzopaztequiuh ‘su trabajo de mujer’ (huso-palo de tejer)

<nii – ich  xicin>; nariz  ojo  oreja = poder de percepción

<hookol v cah ; hooki a beel tu nij, tu vich, tu xicin vinicob> ‘venido han tus cosas a noticia de todos, que todos las saben’   

<yum  naa>; padre y madre = ascendencia; ancestría

<keban oltzil v cocin tabal ixma yum, ixma naa> ‘lastimosa cosa es, o cargo de conciencia es ser injuriados o maltratados los huérfanos’.

<ma taleb in yum, ma taleb in naa ocol; chambel ah matan kak en> ‘no vengo de casta de ladrones; solo vengo por lumbre’.

<chho  kuch> ratón y aura

<v baxál ech chho, v baxál ech kuch> ‘eres el juguete de rratones y auras, esto es, eres mala muger, que te das a todos y acuden a ti como ratones al pan y auras a la carne hedionda’

ol (corazón anímico) y pucçikal (corazón material)

<benel ol ; benel pucçikal> ‘desmaiarse’

<cimil ol ; cimil pucçsikal> [estar uno decaído, deprimido, desfallecido, como enfermo]

<eelel v cah vol yetel in pucçikal tu men v lobil in mehen> [‘deshaziéndome estoy de rauia y de pena por la maldad de mi hijo’]

<hun cet yolob, hun cet v puc[ç]ikalob> ‘son de una condición y voluntad’

<maman tadz in than, in tzeec, valmah xicin, ta xicinex, ta pucçikalex> ‘passan de largo mis palabras, mi sermón, mi consejo, por vuestros oídos y coraçones, y no los reteneís’.

<naacal ol ; naacal pucçikal> ‘enojarse’

<nup ol ; nup pucçikal> ‘dañosa cosa y dañina, que daña y empece y contraria y nociua assí’.  

<ol  pucçikal  tucul> corazón anímico, corazón material, pensamiento

<hobocnac vol, in pucçikal, in tucul, t ubic v than Dios> ‘gusto mucho de la palabra de Dios, y de oyrla’

<ho[o]bol ol, pucçikal ; tucul> ‘holgarse y regocijarse assí’

<likçah ol, likçah pucçikal ; likçah tucul> ‘alterar, perturbar, desasosegar o prouocar a yra. Item, animar y esforçar, y animarse y esforçarse’.

<ol  pucçikal  than> corazón anímico, corazón material, pensamiento

<kex yol, kex v pucçikal, kex v than Juan toon> ‘discordes somos y diferimos Juan y nosotros en la voluntad, coraçon y palabras’

<ol  tucul  pacat>; corazón, pensamiento, mirar

<ikil ik yolob, v tuculob, v pacatob> ‘tienen inquietos los coraçones los pensamientos y desasosegado el mirar’.

<kaknab col> = territorio conocido; dominio de alguien

<lemecnac v tan kaknab, v tan v col batab> ‘muy ancha y espaciosa es la mar y la milpa del caçique’.

aak  chiij; lengua y boca = capacidad de hablar

<çeb aak ; çeb chi[j]> ‘parlero, hablador, boquirroto, que lo dize todo sin callar’

<pichh kal aak, pichh kal chij, pichh kalac aak ; pichh kalac chij> ‘el deslenguado así, y el bachiller resabido, picudo’.   (otra: ‘baladrón, que habla mucho’).

Signo que se origina a partir de los logogramas K’IN ‘día’ (izquierda) y AK’AB ‘noche’ (derecha) pero tiene lectura TZ’AK y traducción ‘apilar, ordenar’ en la escritura jeroglífica maya.

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Notas y referencias

  1. [ (Lacadena 2009:32)] ↩︎
  2. El Calepino Maya de Motul es un vocabulario/diccionario (maya yucateco/peninsular/maaya t’aan – español) cuya compilación y coordinación se le atribuye a Fray Antonio de Ciudad Real; dicho texto habría sido compuesto entre 1584 y 1610. Consta de 466 folios, editado en un libro de 600 páginas actuales (836 en la edición de Arzápalo y al parecer se perdió una hoja del folio) y recoge 15,975 entradas léxicas o 19,259 palabras. Al parecer algunos de los copistas fueron mayas (o hablantes de maya y español) y algunos autores han propuesto que participaron en él más de cien copistas. El manuscrito original se encuentra en la biblioteca John Carter Brown de Providence, Rhode Island, U.S.A. (pero está disponible en archive.org). ↩︎
  3. (Zavala 1896). ↩︎
  4. (ver, por ejemplo, Edmonson y Bricker 1985, Raimúndez 2021). ↩︎
  5. (Lacadena 2009). ↩︎
  6. (Garibay 1940:115). Cabe mencionar que, como han remarcado varios autores, en el español y en otras lenguas no mesoamericanas también se hace uso del difrasismo, aunque a veces de manera menos común. ↩︎
  7. (Jansen 1997) ↩︎
  8. (Montes de Oca 1997) ↩︎
  9. (Montes de Oca, 2019). Cabe destacar también que el difrasismo no se encuentra solo en Mesoamérica. ↩︎
  10. Una de las claves para detectar el difrasismo es revisar el texto en maya y su traducción en español. Si en el texto maya se encuentran dos o más palabras o términos que no se traducen literalmente en la sección en español, se debe revisar si dichos términos son sinónimos, opuestos o si guardan algún tipo de relación. Para confirmar o descartar la existencia de un difrasismo, se debe verificar si existe algún equivalente en otra(s) lengua(s) mesoamericana(s). ↩︎
  11. (ver Montes de Oca 2000, Máynez 2009) ↩︎
  12. (ver Jansen y Pérez 2009) ↩︎
  13. La expresión semejante en nahuatl es ualtemotihuiz in itetzin in iquauhtzin in totecuyo ‘que caiga sobre nosotros la piedra-el palo (el castigo) de Nuestro Señor’ (ver Dehouve 2010). ↩︎
  14. Como ha notado de manera independiente Raimúndez (2021) ↩︎
  15. Otra posibilidad es que <katun> se haya originado a partir de la palabra k’al, que tiene la acepción de ‘levantar’ y tun ‘roca’, por lo que sería una referencia parecida a <likçah tunich>. ↩︎
  16. (ver Acuña 2001:137) ↩︎
  17. (ver Máynez 2011) ↩︎
  18. (Raimúndez 2021:314) ↩︎
  19. (Becquelin y Becquey 2008) ↩︎
  20. (Becquelin Monod 1986:13) ↩︎
  21.  Y relacionado, pero no igual, tenemos: <ixma mehen; ixma muk> ‘impotente, inhábil para la generación’. ↩︎
  22. (ver Okoshi 2009) ↩︎
  23. (pero ver Raimúndez 2021:198) ↩︎
  24. (Dehouve 2010) ↩︎
  25. (Jansen 1997) ↩︎
  26. (Raimúndez 2021:192) ↩︎
  27. Ver Acuña 1983 ↩︎
  28. (Okoshi 2009; Raimúndez 2021) ↩︎
  29. (Montes de Oca 2000) ↩︎
  30. ver Jansen y Pérez 2009 ↩︎
  31. (Saturno y otros, 2017). La palabra sakun es el equivalente al suku’un yucateco (con ortografía actual). El Sakun taj también aparece mencionado en Palenque y Copán. Aunque se ha propuesto que Taj o Taaj es un título, no se descarta que pueda ser un sufijo también, tomando en cuenta los sufijos <tah> que hallamos en el CMM. ↩︎
  32. (Sullivan 1992:345) ↩︎
  33.  Este difrasismo es del Bocabulario Maya Than (BMTV 1993:466) ↩︎
  34. (Montes de Oca 2013:386) ↩︎
  35. (Sullivan 1992:350) ↩︎
  36. (Sullivan 1992:354) ↩︎

Bibliografía

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-1993 Bocabulario de Maya Than, México, D.F., UNAM.
-2001 Calepino Maya de Motul. Plaza y Váldes, Mexico.

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-2010 Relatos de pecados en la evangelización de los indios de México (siglos XVI-XVIII). CIESAS, Publicaciones de la Casa Chata.

Edmonson, Munro S., y Victoria R. Bricker
-1985 “Yucatecan Mayan Literature”. Supplement to the Handbook of Middle American Indians, vol. 3: Literatures. Pp. 44-63. Austin: University of Texas Press.

Garibay Kintana, Ángel María
-1940 Llave del nahuatl. Otumba, México : Imprenta Mayli, s.a.

Jansen, Maarten
-1997 “Símbolos de poder en el Mexico antiguo”, en Anales del Museo de América, 5:73-102.

Jansen, Maarten E. R. G. N. y Gabina Aurora Pérez Jiménez
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Alfabetos de las lenguas mayas (pronunciación)

Recopiló: William Mex

Nota aclaratoria: esta entrada recopila videos en los que varias personas grabaron ejemplos de la pronunciación de las consonantes y vocales de sus respectivos idiomas mayas. En algunos de estos videos no se específica la variante dialectal de la lengua maya a la que se refieren y tampoco en qué región se grabaron. Las grafías que se usan para escribir las lenguas mayas en ocasiones son diferentes y podrían mostrar cierta variación dependiendo de la región, época y país en las que fueron implementadas. Así mismo, la calidad del audio y de la imagen puede variar. No de todas las lenguas mayas se encontró material disponible, en algunos casos solo se muestra la pronunciación de las consonantes y vocales por separado, sin ofrecer ejemplos con palabras.

– – – – – – – – – – – – – – – HUASTECO (TEENEK) – – – – – – – – – – – – – – –
https://www.tiktok.com/@liliatenek0/video/7205475564168170757

– – – – – – – – – – – – – – – MAYA PENINSULAR (YUCATECO) – – – – – – – – – – – – – – –

https://www.youtube.com/watch?v=c5EgkTbau2o

https://www.youtube.com/watch?v=wIJf-w9RYI4

(FALTA LACANDÓN)

– – – – – – – – – – – – – – – ITZA – – – – – – – – – – – – – – –

https://www.youtube.com/watch?v=xN9TQGHHQts

– – – – – – – – – – – – – – – MOPAN – – – – – – – – – – – – – – –

https://www.youtube.com/watch?v=wQPYHrS-kQk

https://www.youtube.com/watch?v=MnSI4MRPj54

– – – – – – – – – – – – – – – CH’ORTI – – – – – – – – – – – – – – –

https://www.youtube.com/watch?v=Ek6ouLjnmdM

– – – – – – – – – – – – – – – CH’OL – – – – – – – – – – – – – – –

https://www.youtube.com/watch?v=xjNSKqqFlzU

https://www.youtube.com/watch?v=sn3B75ErDKg

– – – – – – – – – – – – – – – CHONTAL – – – – – – – – – – – – – – –

https://www.youtube.com/watch?v=_4JKAhU_X6U

https://www.youtube.com/watch?v=T0K6iFQd0mc

– – – – – – – – – – – – – – – TZELTAL – – – – – – – – – – – – – – –

https://www.youtube.com/watch?v=QVSDgxoxFec

https://www.youtube.com/watch?v=n5ic77GNxsQ

https://www.youtube.com/watch?v=rKTAbkQXknQ

– – – – – – – – – – – – – – – TZOTZIL – – – – – – – – – – – – – – –

https://www.youtube.com/watch?v=4oZMZEERmpc

https://www.youtube.com/watch?v=hAmCipBh4E0

https://www.youtube.com/watch?v=daXtCK8u2YI

https://www.youtube.com/watch?v=E-3N52ra-l4

– – – – – – – – – – – – – – – TOJOLABAL – – – – – – – – – – – – – – –

https://www.youtube.com/watch?v=XgHBk-h02rY

– – – – – – – – – – – – – – – CHUJ – – – – – – – – – – – – – – –

https://www.youtube.com/watch?v=-H0Vfb7gi2c

– – – – – – – – – – – – – – – Q’ANJOBAL – – – – – – – – – – – – – – –

https://www.youtube.com/watch?v=0JTmsQ8senc

https://www.youtube.com/watch?v=JPwt75jL6-Y

Solo VOCALES del Q’ANJOBAL

https://www.youtube.com/watch?v=3tsGjmIp1dE

– – – – – – – – – – – – – – – AKATEKO – – – – – – – – – – – – – – –

https://www.youtube.com/watch?v=qG7IhlH7v-Y

https://www.youtube.com/watch?v=cqdH0acUUfQ

– – – – – – – – – – – – – – – POPTI – – – – – – – – – – – – – – –

https://www.youtube.com/watch?v=jF_QY1s5H6M

– – – – – – – – – – – – – – – TEKTITEKO – – – – – – – – – – – – – – –

https://www.youtube.com/watch?v=hUR-ywIoo24

https://www.youtube.com/watch?v=dsdQ4sayME8

– – – – – – – – – – – – – – – MAM – – – – – – – – – – – – – – –

https://www.youtube.com/watch?v=zPZmd1ZWYKA

https://www.youtube.com/watch?v=Mg5doIWbUTU

– – – – – – – – – – – – – – – AWAKATEKO – – – – – – – – – – – – – – –

https://www.youtube.com/watch?v=qMBw9xoiwN8

– – – – – – – – – – – – – – – IXIL – – – – – – – – – – – – – – –

https://www.youtube.com/watch?v=t-amdY0K2Jc

https://www.youtube.com/watch?v=zDhG1agksFw

– – – – – – – – – – – – – – – USPANTEKO – – – – – – – – – – – – – – –

https://www.youtube.com/watch?v=gMvQxtNkPeI

https://www.youtube.com/watch?v=NrtxeByCfqM

– – – – – – – – – – – – – – – ACHI – – – – – – – – – – – – – – –

https://www.youtube.com/watch?v=uQSQBq1nPJI

– – – – – – – – – – – – – – – K’ICHE – – – – – – – – – – – – – – –

https://www.youtube.com/watch?v=y0vNGofXGaw

https://www.youtube.com/watch?v=K7uny3zQMLc

https://www.youtube.com/watch?v=ojFz-xigQWA

– – – – – – – – – – – – – – – SIPAKAPENSE – – – – – – – – – – – – – – –

https://www.youtube.com/watch?v=Gwnh8jNqYWA

– – – – – – – – – – – – – – – SAKAPULTEKO – – – – – – – – – – – – – – –

https://www.youtube.com/watch?v=sykDmbv6fgY

https://www.youtube.com/watch?v=R0uxfr3OLZs

– – – – – – – – – – – – – – – TZ’UTUJIL – – – – – – – – – – – – – – –

https://www.youtube.com/watch?v=RETa36cQ2F8

– – – – – – – – – – – – – – – KAQCHIKEL – – – – – – – – – – – – – – –

https://www.youtube.com/watch?v=p8uEuGvkOUs

https://www.youtube.com/watch?v=8SP3eXK0DVA

Solo CONSONANTES del KAQCHIKEL

https://www.youtube.com/watch?v=IakUfMd5Rpw

Solo VOCALES del KAQCHIKEL

https://www.youtube.com/watch?v=pfsoo1gQE1I

– – – – – – – – – – – – – – – POQOMAM – – – – – – – – – – – – – – –

https://www.youtube.com/watch?v=19NHTQWxzZ0

https://www.youtube.com/watch?v=uinbD4hsyqM

– – – – – – – – – – – – – – – POQOMCHI – – – – – – – – – – – – – – –

https://www.youtube.com/watch?v=cdK1IWxQ91A

https://www.youtube.com/watch?v=UkwTbHJ2zt4

– – – – – – – – – – – – – – – Q’EQCHI – – – – – – – – – – – – – – –

https://www.youtube.com/watch?v=6-amBQIxQhw

https://www.youtube.com/watch?v=FQ8bL7Qtwac

https://www.youtube.com/watch?v=Os0_9Ay93dk

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El Tablero Tunesi

William H. Mex

Esta entrada presenta la lectura e interpretación del monumento moderno conocido como Tablero Tunesi. El texto de este monumento, el cual está escrito con signos de la escritura jeroglífica maya clásica, fue elaborado por el arqueólogo Eduardo Puga en memoria del arqueólogo y mayista de origen italiano Raphael Tunesi (1979-2022). Para la información correspondiente a las fechas colaboró el arqueólogo William Mex. Raphael Tunesi creó y mandó a elaborar en vida varios monumentos con escritura jeroglífica e iconografía de estilo maya clásico, por lo que tanto su legado como el siguiente Tablero pueden considerarse ejemplos de la revitalización de la escritura maya clásica.

Descripción del monumento

El Tablero puede considerarse como un monumento póstumo cuya primera sección únicamente consta de imagen, mientras que la segunda sección consta de un breve texto jeroglífico. Aunque el texto y la imagen guardan relación — como en los monumentos mayas clásicos —, en este caso, al ser un epitafio, el texto no describe exactamente lo que sucede en la imagen. Recordemos que, entre los mayas clásicos, la representación de personas de élite o de gobernantes fallecidos muertos en los monumentos públicos  era un “tema tabú”, e incluso al día de hoy, solo se conocen unos pocos ejemplos (ver por ejemplo la pieza K6547).

Vista general del Tablero. Dibujo de Eduardo Puga

La imagen presenta un cartucho cuadrifoliado, el cual indica que el personaje se encuentra en el inframundo. Este tipo de cartucho usualmente representa la boca de las cuevas en otros monumentos de Mesoamérica (ver, por ejemplo, el Monumento 9 de Chalcatzingo); por lo que también tiene volutas inferiores y superiores que representan el vapor que emana de las profundidades de la tierra, a manera de exhalación.

Raphael Tunesi mira hacia su derecha y hace un gesto en señal de diálogo con el dedo índice de la mano derecha extendida, lo que indica que está conversando con la persona que se ubica en su presencia, mientras que apoya la mano izquierda en la parte inferior del recuadro. El tocado nominal que luce en la cabeza hace referencia al nombre maya de la persona: Itzamnaj Bahlam. En este caso, — como con algunos gobernantes del Clásico —, los jeroglíficos mayas aparecen como elementos iconográficos “acomodados” en el tocado de la cabeza: el primero es el glifo ITZAM, con forma de “flor” (con el signo de AK’AB ‘oscuridad’) y el segundo es el signo BALAM, que consiste en la cabeza de un jaguar sin mandíbula, con una voluta de agua en la comisura de su boca. El tocado, que se coloca sobre la pañoleta del ajaw, también luce las hojas de la mazorca de maíz y algunas plumas de quetzal en la parte trasera, características de este tipo de prendas. Además, el personaje luce una notoria orejera circular, con un elemento tubular que sobresale a un lado de su mandíbula.

Es de notar que el personaje representado al centro del cartucho no luce la característica deformación craneal maya ni el cabello largo y su perfil carece de los rasgos de las personas autóctonas de la región, aunque al parecer el artista tuvo la intención de ocultar eso al colocarle un llamativo tocado en la cabeza. Al personaje también se le representó con un pectoral tejido y un interesante collar tubular de piedra preciosa que tiene joyas en los extremos y que luce en la parte de abajo, a manera de colgante, el jeroglífico NAB ‘mar, laguna, río’. Cabe recalcar que, de manera parecida a los elementos de la cabeza, este “glifo” no es parte de un texto, si no que — como elemento integrado a la imagen — indica algo sobre el personaje y ayuda a interpretar otros elementos iconográficos.

El texto jeroglífico del Tablero Tunesi

El texto consta de 24 cartuchos jeroglíficos y aproximadamente 70 signos distribuidos de manera simétrica en un espacio que asemeja a una “T”, ubicado bajo la representación iconográfica ya descrita. Esta forma evoca tanto a las ventanas de algunos edificios de la ciudad de Palenque (como los cuartos del Palacio), como a ciertos pectorales de piedra verde que tienen jeroglíficos distribuidos así (como el pectoral de Nim Li Punit, Belice).

La lectura comienza en la esquina superior izquierda, donde ubicamos dos signos jeroglíficos: el cefalomorfo del número nueve (un personaje que tiene barba de jaguar y una joya en la frente) y el signo del día Ajaw (en su variante abstracta), con su característico marco-pedestal. Esto se translitera como BOLON AJAW, se transcribe como [ti] Bolon Ajaw[al] y se traduce como ‘En la fecha Nueve Señor…’. Esta primera parte plasma la fecha (número y día) de la cuenta de 260 días “Tzolk’in” / Cholq’ij y usa la variante ch’ol de la palabra ‘nueve’, bolon (cuyo equivalente en maya clásico es balun) así como la variante ch’ol del día número veinte (ajaw en maya clásico) . Cabe mencionar que ni la preposición ti ni al afijo -al de la palabra ajaw están representados, pero se reconstruyen con base en la evidencia lingüística de la lengua ch’ol. La fecha hace referencia al día de nacimiento de Raphael Tunesi, 7 de mayo de 1979, sin embargo, la aparición del numeral nueve y del día ajaw, los cuales eran de especial importancia entre los mayas clásicos, nos indica que el día del evento fue muy relevante.

El siguiente cartucho también usa un cefalomorfo para un numeral, pero en este caso es el ocho (en su variante de dios del maíz foliado), que acompaña a los signos de la segunda veintena del calendario maya, Ik’at (Wo en yucateco colonial) . La transliteración es WAXAK IK’-AT-ta, transcrito como Waxak[te’] Ik’at y traducido como ‘…el octavo día de la veintena Ik’at…’. Obviamente, esta parte debe leerse junto con la fecha del Tzolk’in, de esta manera:

Ti’ Bolon Ajawal, Waxakte’ Ik’at

En la fecha Nueve Señor, octavo día de la veintena Ik’at

Como con el numeral nueve, el uso del número ocho en su variante del dios del maíz es muy significativo al momento de interpretar la inscripción. Cabe la posibilidad de que la palabra waxak ‘ocho’ se haya pronunciado con una sexta vocal, como waxäk, por la influencia vernácula del ch’ol en el monumento.

Después de la fecha se ubica el verbo, que en este caso refiere al nacimiento de Raphael Tunesi. Esta parte se translitera como SIH-ya-ja, sihyaj, ‘nació, surgió, brotó’ y después viene el apelativo de la persona, que en este caso se translitera como AJ u-tza-[la] (con el signo la infijado dentro del silabograma tza), se transcribe como Aj utzal y se traduce como ‘el curador’, que es una traducción literal del nombre Raphael .

La siguiente sección comienza especificando que el nombre registrado anteriormente es el nombre juvenil del personaje: u-ch’o-[ko] K’ABA (con el silabograma ko infijado, sustituyendo la oreja del signo ch’o), u-ch’ok k’aba’. Cabe mencionar que el término ch’ok tiene cognados en ch’ol actual con los significados de ‘joven, pequeño, retoño’ y que la palabra k’aba’ también aparece en ch’ol actual y antiguo. Después de esta mención se plasmó un número de distancia 15.2.7.2 (quince días, dos veintenas de días, tres años y dos veintenas de años). Las tres barras representan el número 15 y los dos puntos las unidades, que en este caso acompañan a la variante del signo WINAL con forma de batracio, usado aquí solo por su valor fonético (como rebus) para la cantidad de ‘veinte’. Debajo, tenemos el cefalomorfo del número tres (una versión del Dios del viento), la variante abstracta del signo del año JAB y el cefalomorfo del numero 2, acompañando al logograma WINIKJAB. Esto se translitera así: 15-2-WINAL UX JAB CHA’ WINIKJAB; se transcribe: jo’lajun [k’iniy], cha’ winal, ux jab[iy] cha’ winikjab[iy] y se traduce como: ‘…quince días, dos veintenas de días, tres años y dos veintenas de años después…’. Como comentario lingüístico, debemos considerar la posibilidad de que la palabra jo’lajun se pronunciara jo’läjäm (con sexta vocal) por la influencia vernácula del ch’ol. También la palabra ux ‘tres’ y la palabra jab ‘año, era’ (con vocal corta) reflejan una influencia ch’ol en el monumento.

Después, se plasmó la expresión utiy, ‘sucedió, ocurrió’, transliterada como: u-ti-ya. El evento que ocurrió se “ubicó” en la fecha del Tzolk’in LAJUN CHAB ‘Diez Tierra’, aunque considerando la influencia regional, el día también pudo leerse como CHABAN ‘temblor, terremoto’ (ver más adelante la observación sobre este nombre). En este caso, se eligió el cefalomorfo del número diez (una calavera o deidad de la muerte) y la variante abstracta del día Chab / Chaban, para la fecha importante. Después, como con la primera fecha, se indica la posición del Jab en que se ubicó la fecha anterior, en este caso: LAJUN ka-se, que se transcribe como lajun kase[w] (con la w final del nombre agregada, dado que se abrevió).

Después de indicar la veintena del calendario, se menciona el evento que ocurrió, de esta manera: k’a-[yi] u [SAK-IK’-li], k’a’ay u sak ik’il, que se traduce como ‘se destruyó su blanco aliento’, o bien ‘se extinguió su blanca esencia’. Esta expresión es un eufemismo que sustituye a la expresión ‘se murió’ o ‘falleció’. Como es bien conocido, en las lenguas mayas la muerte del individuo es expresada con frases estandarizadas que refieren a la extinción del aliento vital o bien, a la salida del aliento vital del cuerpo del individuo. El hecho de que se haya plasmado una fecha Tzolk’in con el numeral 10 (una deidad de la muerte) para representar precisamente el fallecimiento de Raphael Tunesi, podría indicar que la “elección” de la fecha para el monumento fue intencional. Curiosamente, esta fecha también se ubicó en la décima posición de la veintena correspondiente del calendario maya.

En la siguiente sección se nombra al personaje fallecido, mediante sus apelativos: ITZAM-BALAM tu-ne-si-[i], Itzam[naj] Balam Tunesi. Es valioso mencionar que con el apellido italiano Tunesi tenemos el primer ejemplo de una palabra no maya escrita con signos de la escritura jeroglífica en este monumento.

A continuación, tenemos otro número de distancia, esta vez 5.18, que se translitera como 5-18 WINAL, jo’ k’in[iy], waxaklajun winal, lo que indica que a partir de la fecha de la muerte transcurrieron cinco días y dieciocho veintenas para que ocurriese (utiy) otra fecha, en este caso la fecha Trece K’an, décimo día de la veintena Kasew. Esto se translitera así: u-ti-ya UXLAJUN K’AN (?) LAJCHA ka-se, lo cual se transcribe como utiy uxlajun K’an(?), lajcha’ kase[w] y se traduce como ‘…sucedió el día Trece K’an, decimosegundo de la veintena (mes) Kasew…’. Aquí se presenta la fecha 13 K’an, y, aunque no sabemos cuál era el nombre del día durante el Clásico, su representación tiene que ver con los alimentos de maíz. Así mismo, se prefirió la variante ch’ol lajchan para el numeral doce, que deriva de la forma antigua maya occidental *lajka’ o *lajkab’. Tanto para el Tzolk’in como para el Jab se usaron variantes cefalomorfas de los numerales: el número 13 es una conflación del 3 y el 10 (por lo que aparece con la mandíbula descarnada) y el número 12 parece ser un aspecto del dios del maíz, que luce el signo CHAN ‘cielo’ en la cabeza.

Posteriormente a la fecha, se menciona al verbo y el objeto de la clausula, en este caso la transliteración es e-tza-ja u-ba-hi u-wo-jo-li u-mu-ku-NAL, etzaj u-bah u-wojol u-muknal, ‘…fue presentada la imagen de los glifos de su tumba de…’. Como comentario lingüístico, se menciona que la palabra muk, de muknal ‘tumba’, tiene cognados en ch’ol que se traducen como ‘enterrar, cubrir, esconder’.

Finalmente, aparece el título del personaje a quien fue dedicada la inscripción: CHA’-NAB-NAL AJAW, Cha’nahbnal Ajaw, ‘Señor del lugar de las dos lagunas’. Es valioso recalcar que, en este caso, el logograma NAB ‘laguna, mar océano’, es el mismo que aparece en el collar del personaje representado al principio.

La lectura (transcripción) completa de la inscripción queda de esta manera:

Ti’ bolon ajawal, waxakte’ ik’at sijyaj Aj utzal, u ch’ok k’aba’;

jo’ k’iniy cha’ winaliy ux jabiy cha’ winikjabiy,

utiy lajun chab, lajunte’ kasew, k’a’ay u-sak ik’il Itzamnaj Balam Tunesi

jo’ k’iniy, waxaklajun winal  

utiy uxlajun k’an, lajcha’ kasew etzaj u-baj u-wojol u-muknal Cha’nabnal Ajaw

La traducción libre queda así:

En el día Nueve Señor, octavo de la veintena Ik’at, nació Raphael (es su nombre juvenil), cinco días, dos veintenas de días, siete años y dos veintenas de años después [aprox. 43 años después], ocurrió la fecha Diez Tierra / Temblor, décima de la veintena Kasew y entonces se extinguió el blanco aliento de Itzamnaj Balam Tunesi. Cinco días y dieciocho veintenas de días después, en la fecha Trece K’an, decimosegunda de la veintena Kasew, fue presentada la imagen de los jeroglíficos de la tumba del Señor de Chanahbnal.

Es relevante notar también que la forma de la inscripción trae a la mente el paralelismo mesoamericano: se distingue una relación entre las fechas con numeral ascendente (9 Ajaw, 10 Chab y 13 K’an), entre los verbos (nacimiento, muerte y dedicación) y entre los nombres o epítetos del personaje (tres diferentes: Aj utzul, Itzamnaj Bahlam y Chanahbnal Ajaw).

Observaciones acerca de las fechas del Tablero Tunesi

Se deben hacer algunas aclaraciones con respecto a las fechas de la cuenta de 260 días plasmadas en el Tablero. Es bien conocido que Raphael Tunesi nació el 7 de mayo de 1979, por lo que su fecha maya de nacimiento, dependiendo de la correlación manejada, puede ser 12.18.5.15.16, 5 Kib 7 Ik’at (con la 584, 283), o bien, 12.18.5.15.18, 7 Etz’nab 6 Ik’at (584, 285) . Sin embargo, la fecha registrada en el Tablero es 9 Ajaw 8 Ik’at, fecha que se ubica algunas posiciones después del nacimiento real.

En este caso, la elección de 9 Ajaw se debe a que es la fecha más relevante (de acuerdo con la historia clásica de Palenque) y cercana al evento real. Como es bien conocido, los gobernantes de la ciudad de Palenque Butz’aj Sak Chik, Ahkul Mo’ Nahb 1, K’inich Janab Pakal 2 y K’inich K’an Joy Chitam nacieron en un día Ajaw, pero con diferente numeral y en diferentes años: 12 Ajaw, 5 Ajaw, 8 Ajaw y 11 Ajaw, respectivamente. La elección de esta fecha, simbólicamente muy importante, tiene que ver principalmente con el significado de la palabra Ajaw: ‘señor, gobernante, jefe, amo, autoridad, orador’. Dado que esta fecha se eligió intencionalmente, también se puede considerar que la fecha no refiere al nacimiento biológico, si no al nacimiento social, es decir, aquel que tiene que ver con los rituales y acciones de presentación del infante, realizados uno o varios días después de haber salido del útero de la madre.

Como dato interesante, se debe mencionar que Raphael nació en un trecena 1 Eb (la octava de las trecenas del Tzolk’in) y en un año 7 Eb (el “cargador” del año). En la ciudad de Palenque clásica podemos encontrar los antecedentes de este tipo de fechas, ya que, por ejemplo, el gobernante Kaan Bahlam 1 nació en un año 7 Eb y tomó el poder en un año 3 Eb (fecha Tzolk’in 10 Eb), mientras que Ajen Yohl Mat subió al poder y murió en años Eb también.

Con respecto a la fecha de muerte de Raphael Tunesi, es bien conocido que ocurrió el 1 de julio de 2022. Con la correlación 584, 285 eso se representa como 13.0.9.11.17, fecha 10 Chab, décima de la veintena Kasew. En este caso, la fecha plasmada en el monumento es 10 Chab ‘Diez Tierra’ o 10 Chaban ‘Diez Terremoto’. Esta fecha — acorde con el evento acaecido — está bajo la influencia de una deidad de la muerte (el numeral diez) y el decimosexto día de la cuenta Tzolk’in. Aunque no sabemos si el nombre del día era Chab~Kab o Chaban~Kaban en la época clásica (la forma con /k/ usualmente se considera el cognado yucatecano o la forma arcaica de la palabra), si tenemos evidencia de la importancia del día en Palenque. Por ejemplo, el gobernante Ahkul Mo’ Nahb 1 nació en un año 13 Kaban,  tomó el poder en fecha 5 Kaban (del año 10 Kaban) y murió en fecha 5 Kaban. De esta manera, el uso del día Chab(an)~Kab(an) va de acuerdo con la tradición histórica palencana más antigua.

Adicional a esto, es valioso comentar que la fecha 10 Chab pertenece a la trecena 1 Lamat, última de las trecenas del Tzolk’in. Y, por otra parte, el año 2022 fue un año 11 Manik’ (cuyo nombre clásico probablemente fue Chij ‘Venado’). La importancia de los años ‘Venado’ para ciertas fechas también tiene sus antecedentes en la ciudad clásica de Palenque, ya que Butz’aj Sak Chik nació y se entronizó en años Manik’ y, además, K’inich Janab Pakal nació, tomó el poder y murió en los años 8 Manik’, 7 Manik’ y 10 Manik’ respectivamente.

Comentarios finales

El Tablero Tunesi es un monumento diseñado para honrar la memoria del arqueólogo italiano Raphael Tunesi. Esto se hace de dos maneras: con la bella caligrafía de los signos y con el contenido y la interpretación de la inscripción. Dado que es un homenaje, no tiene como objetivo plasmar los acontecimientos de manera imparcial y objetiva. La fecha de su nacimiento, Bolon Ajaw ‘Nueve Señor’, se relacionó con otras fechas registradas en los monumentos de la ciudad de Palenque durante el período Clásico. De manera semejante, su fecha de muerte, Lajun Chab ‘Diez Tierra / Terremoto’ se relaciona con las fechas importantes de otros gobernantes que vivieron en esa ciudad en épocas prehispánicas. De esta manera, las fechas del Tzolk’in explican también la relación de Raphael Tunesi con la antigua ciudad de Palenque y nos ayudan a entender las causas de los acontecimientos ya mencionados.

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Notas aclaratorias

1.-La cuenta de 260 días se forma con la combinación de 20 nombres de días y 13 numerales (13  X 20 = 260).

2.-La cuenta Jab de forma con 18 períodos de 20 días (veintenas o meses) y 5 días extras o aciagos (Wayeb).

3.-También es importante mencionar que aunque la plaabra sih / sij no se preservó en ch’ol actual, si se preservó un cognado de la misma, como sijin ‘dar hija en casamiento’ con la raíz transitiva *sij ‘dar, otorgar, ofrecer’.

4.-La cuenta 12.18.5.15.16 5 Kib 7 Wo, quiere decir que desde la “fecha era” de los mayas clásicos (año 3114 a.C.) pasaron 12 Bak’tunes, 18 K’atunes, 5 Tunes, 15 Winales y 16 K’ines, hasta llegar a la fecha 5 Tzolk’in Kib, que ocupa la posición 7 dentro de la veintena o mes Ik’at (Wo, en yucateco colonial).

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El cacao y el chocolate según las lenguas ch’olanas

por William H. Mex

en memoria de Raphael Tunesi (1979-2022)

El presente texto expone y revisa de manera breve los términos relacionados con el cacao y el chocolate que se encuentran en los diccionarios coloniales y actuales de las cuatro lenguas pertenecientes al subgrupo ch’olano de la familia maya: el ch’orti, el ch’olti (extinto), el ch’ol (lakty’añ) y el chontal (yokot’an) [1]. La búsqueda de palabras nos ayudará a revisar las traducciones e ideas relacionadas con los nombres de la semilla y la planta de cacao, con los verbos que se usaban para preparar los alimentos de cacao y, por último, con los nombres de las plantas y animales relacionados con ese fruto mesoamericano [2].

Los nombres de la semilla y la planta de cacao

El primer grupo de palabras tiene que ver con cómo se designaba a la semilla y a las partes del fruto y del árbol de cacao. En ch’orti, el término para el fruto y el árbol en general es kakaw, aunque una fuente registró ute’erar e kakaw como ‘árbol de cacao’ [3]. El equivalente del primer término se documentó como cacao o cacau en ch’olti’ colonial, pero también vaalcab se registró como el nombre de un género de cacao grande [4]. En ch’ol el equivalente (cognado) de los primeros términos se presenta como käkäw (con sexta vocal), a veces traducido como ‘semilla de chocolate’ mientras que ‘cacaotal’ se registró como käkäwol [5]. Su cognado en chontal de Tabasco también presenta la sexta vocal, como käkäw y el ‘sembradío de cacao (lugar ya sembrado)’ se nombra como käkwa [6].

Finalmente, se documentó la palabra patax en ch’orti’, que refiere a un fruto parecido al cacao, mientras que el árbol del fruto se registró como patax te, ambos cognados de términos registrados en otras lenguas mayas [7].

Algunas bebidas y alimentos de cacao

Los cognados del término kakaw pueden usarse para adjetivar otros alimentos o pueden ser adjetivados, usualmente mediante el uso de sufijos. Por ejemplo, en ch’orti, el término para algo que tiene sabor a cacao (o algo que ha sido sazonado con el mismo), se registró como kakawbir y para la bebida caliente hecha de chilate y cacao (conocida como atolillo), el término registrado es kakawbir sa’ [8]. En la misma lengua, se recopiló para pinol(e) (un alimento hecho de gachas de maíz tostado y cacao) la voz chaj, aunque el término general para ‘bebida de cacao’ era uha’ir e kakau que se puede entender como la excreción o el jugo/agua del cacao [9]. Otra fuente ch’orti’ registró muxbir kakaw como ‘cacao o chocolate’, pero literalmente las palabras se traducen como ‘cacao molido’ y también se registró el nombre para la espuma del cacao como ohomar [10].  

En ch’olti colonial, aparecen recopilados los términos amuchit, cacao, uchel, coyem, posol e ilahma como bebidas relacionadas con el cacao y el maíz [11]. Por otra parte, zaca – voz que tiene su equivalente en otras lenguas mayas – se registró como un tipo de bebida: chocolate de maíz y achiote [12]. Del lado del territorio mexicano, en lakty’añ actual también tenemos k’ixin ja’ como ‘agua caliente’, pero también designa al ‘cacao’, además de ch’aj con los significados de ‘amargo’ y ‘chocolate’ [13]. Resulta interesante que, en algunas lenguas mayas, como el maya yucateco colonial, el término para chocolate se traduce literalmente también como ‘agua caliente’.

Verbos en relación con la preparación y el consumo del cacao

Un grupo de términos para designar a las bebidas hechas con cacao deriva de las acciones que se efectúan en su preparación, usando algunos sufijos. Así, en ch’ol actual tenemos el nombre del chorote (bebida hecha de maíz y cacao, común en Tabasco y también llamada pozol de cacao), como xäbäl, que deriva del verbo xäb ‘mezclar, revolver’ [14]. Su equivalente – pero no cognado – en yokot’an de Tabasco se registró como jach’im, con el significado de ‘bebida de maíz cocido con cacao tostado’ o ‘pozol con cacao’ [15]. Esta palabra parece derivar del verbo jach’ que refiere a triturar o machacar algo, en este caso, el cacao y el maíz [16]

Entre las expresiones en las que aparecen los verbos relacionados con la preparación del cacao, tenemos, uch’ihri ukakau ‘ella tuesta su cacao’, que usa el verbo ch’ihr ‘tostar, hornear’ (en ch’orti’) [17]. Su equivalente (tal vez cognado) en ch’orti colonial parece ser chibil [18]. En lengua ch’orti tenemos jix como ‘quitar la cáscara de algo’ y jihx como ‘algo cuya cubierta ha sido removida (como maíz, frijoles, cacao)’ y también el verbo pik’ta como ‘revolver, batir, hacer espuma’, registrado en expresiones como pik’ta e kakaw ‘batir o revolver el cacao[19]. Otro verbo relacionado con los anteriores es tobi ‘quitar la cáscara o piel’ que aparece en expresiones como tobi e kakaw ‘obtener la semilla del fruto de cacao’ [20]. En el mismo idioma, el objeto con el que se bate el cacao se llama usuturnib e kakaw, donde el sustantivo suturnib, que designa al ‘batidor’ deriva del verbo sut ‘girar, dar vuelta’ [21]. También en ch’orti se registró yu’k ‘batir, revolver’, pero más en relación con la acción de batir el cacao cuando se está calentando [22]. Es interesante que el cognado de yu’k se registró en ch’olti colonial como yuclu, pero esta voz refería solo a batir cosas como los huevos; para batir el chocolate se usaba el verbo haxa [23].

Son poco comunes las expresiones para comer o beber en específico algún alimento de cacao, pero en ch’olti colonial hay registro de cuxu para ‘comer carne, maíz o cacao’ [24].  Dado que en varias partes de Mesoamérica se tiene la creencia de que la humanidad fue creada con maíz, esto revela que el cacao también pudo considerarse como un tipo de “carne”, un sustento equiparable al maíz.

Otra expresión registrada (en ch’orti’) en relación con la preparación del cacao es bu’ht’ e kakaw, que se traduce como ‘maíz molido y hervido en la bebida de cacao’, aunque tal vez deba entenderse literalmente como el “relleno del cacao” [25].  

Animales, plantas y objetos vinculados con el cacao

Son escasos los animales vinculados con el cacao que se registraron en los diccionarios aquí revisados. Así, en ch’orti’ tenemos al gorgojo del cacao como umaxir e kakaw, donde el término max puede referir a cualquier tipo de gorgojo o a los agujeros que hace [26]. La misma lengua tiene registro de una planta nombrada como kakawte’, que se traduce como cotonrón (un arbusto silvestre) [27]. Esta planta, del género luehea, al parecer no tiene relación directa con el cacao [28]. Por otra parte, en ch’ol, el käkäwte’ es la fruta comestible llamada cachichín, aunque más allá del nombre tampoco tiene relación con el cacao [29].   

Con respecto a los objetos relacionados con el cacao, en ch’orti hay registro de ucha’ kakau como el ‘pequeño metate usado para moler los granos de cacao’ y también de pohp e kakaw como la ‘estera del cacao en la cual las semillas eran secadas en el sol’ [30]. El equivalente del segundo objeto (es decir, el tapesquito) en ch’olti colonial se registró como chixib [31].

El molinillo, palito o batidor de chocolate (o atole) se registró en ch’ol como majas, pero el origen de la palabra no es muy claro [32].

Comentarios finales

En este breve recorrido se ha visto que la palabra para cacao tiene poca variación en las lenguas cholanas. El uso de prefijos y afijos en relación con las palabras para el cacao y el chocolate y los verbos relacionados con ellos es regular y tiene equivalencia en otras lenguas mayas. La relación del cacao con el maíz, el frijol y otros alimentos también se refleja en otras lenguas mayas y en otros grupos étnicos mesoamericanos. Por eso mismo, es común que los verbos usados para la preparación o consumo de estos alimentos sean, hasta cierto punto, los mismos. Parece ser que el uso y consumo del cacao y el chocolate no llevó a la creación de términos lingüísticos especiales o muy específicos.

Dada su composición, los diccionarios revisados presentan poca información sobre el tema que ha sido abordado, por lo que queda pendiente una investigación más amplia que explique el origen, uso y desarrollo de las palabras aquí mencionadas en otros contextos. También ha quedado para otra ocasión explicar cómo se relacionan estas palabras con el uso del cacao y el chocolate en contextos ceremoniales o rituales.

Cacao amelonado forastero de Palenque. Foto de Raphael Tunesi

NOTAS

[1] Este texto usa varias fuentes lingüísticas de diversas épocas y lugares. La familia de lenguas mayas se compone aproximadamente de 30 lenguas habladas principalmente en México, Guatemala, Belice y una parte de Honduras. La ortografía para el registro de estas lenguas muestra variación. Por ejemplo, en textos coloniales toda /c/ antes o después de vocal representa el sonido de la /k/. El sonido de la /s/ a veces se representa con la /z/ y ninguna /h/ es muda, si no que representan el sonido de la /j/ del español, mientras que la grafía /x/ representa el sonido /sh/ (representado fonéticamente como /ʃ/ ). La /ch/ y /ts/ o /tz/ representan una sola consonante respectivamente y el apóstrofo /’/ representa un alto glotal, que no siempre se registraba en los textos coloniales. La lengua chontal tiene una sexta vocal que se pronuncia algo semejante a la /i/ del español y a veces es representada con la grafía /ɨ/ o /ë/ en los textos de uso común, pero aquí se representa con la grafía /ä/, al igual que la sexta vocal de la lengua ch’ol, solo que ésta tiene un sonido intermedio entre /o/ y /u/.

[2] La lengua ch’ol o lakty’añ se habla principalmente en los estados mexicanos de Chiapas y Tabasco, y en menor medida en Campeche y la lengua chontal o yokot’an se habla principalmente en el estado mexicano de Tabasco, en los municipios de Centla, Centro, Jalpa de Méndez, Nacajuca y Macuspana. Estas dos lenguas pertenecen al subgrupo ch’olano occidental. Por su parte, la lengua ch’orti se habla principalmente en la región este de Guatemala, en los departamentos de Zacapa y Chiquimula y en partes del este de Honduras. El ch’orti, junto con el extinto ch’olti forman las lenguas ch’olanas orientales. Estas cuatro lenguas son las que más semejanza guardan con el lenguaje de los jeroglíficos mayas clásicos (aunque algunos académicos consideran al ch’orti y ch’olti como las más cercanas).  

[3] (Wisdom 1950:488) (Robertson et al. 2010:95) (Wisdom 1950:670). La palabra para árbol es te’.

[4] (Robertson et al. 2010:97). No encontré cognados de esta palabra en otras lenguas mayas. Su etimología es difícil de explicar.

[5] (Aulie y Aulie 2009:137) (Hopkins et al. 2011:96). El sufijo -ol parece indicar el “lugar de algo”.

[6] (Keller y Luciano 1997:57). La palabra parece ser una variante de käkäwal.

[7] (Wisdom 1950:560). La palabra se registró como pataxte, patastle o patastillo en algunas lenguas.

[8] (Wisdom 1950:488).

[9] (Wisdom 1950:696) (Wisdom 1950:464). La palabra para ‘excrecencia’ o ‘agua’ es ha’ / ja’ en las lenguas mayas. Resulta interesante que la palabra para ‘amargo’ o ‘pinole’ en algunas lenguas mayas sea ch’aj o k’aj, pero en ch’orti’, en este caso, tenemos chaj. No es seguro que sean cognados.

[10] (Hull 2016:293) (Wisdom 1950:549).

[11] (Robertson et al. 2010:89).

[12] (Robertson et al. 2010:91). El término parece significar literalmente ‘agua blanca’.

[13] (Hopkins et al. 2011:118) (Hopkins et al. 2011:46).

[14] (Hopkins et al. 2011:274).

[15] (Keller y Luciano 1997:338).

[16] Keller y Luciano registran juch’ como moler y también jach’än como ‘mascar’. El primer verbo tiene cognados como juch’ o joch’ en lenguas mayas y, hasta dónde sé, algo como jach’ no aparece con un significado parecido en otras lenguas.

[17] (Wisdom 1950:719).

[18] (Robertson et al. 2010:169) .

[19] (Wisdom 1950:761) (Wisdom 1950:566) (Wisdom 1950:568).

[20] (Wisdom 1950:674).

[21] (Wisdom 1950:643).

[22] (Wisdom 1950:772).

[23] (Robertson et al. 2010:90, 91). En ch’orti actual, el verbo jax refiere más a torcer algo.

[24] (Robertson et al. 2010:99).

[25] (Wisdom 1950:595). La expresión no incluye ninguna de las palabras para ‘maíz’. Bu’ht tiene que ver con rellenar o incrementar el tamaño de algo.

[26] (Wisdom 1950:524). También se documentó el nombre del insecto que provoca ronchas en la piel humana conocido como cuentacacao: boror chan y la hierba de este: boror chan k’opot. En ch’orti actual, awaw o away es el nombre de una araña (que no hace telaraña) también llamada cuentacacao. Más allá del nombre (y tal vez su posible semejanza con la semilla de cacao), estos insectos no se relacionan con el cacao.

[27] (Hull 2016:188).

[28] Pero en algunos lugares a la misma planta se le llama pataxte o patastillo. Otra planta que algunos registros mayas mencionan es el madrecacao, a veces como k’ante’, chante’ o cuchunuc.

[29] (Hopkins et al. 2011:96).

[30] (Wisdom 1950:697).

[31] (Robertson et al. 2010:169). No es claro el origen de la palabra. La terminación -ib forma nombres de instrumentos usualmente a partir de verbos. La primera parte de la palabra podría relacionarse con la raíz ch’ix que en algunas lenguas mayas tiene que ver con ‘calentar’, tal vez entendido más como ‘secar’.

[32] (Hopkins et al. 2011:139). Al parecer solo en itzá se registró un cognado de la palabra, traducida como ‘molinillo, batidor’: aj maja’as. En yucateco colonial se registró mahaz como el nombre de una flor que se agregaba al cacao, pero difícilmente sería cognado.

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BIBLIOGRAFÍA

-Aulie, H. Wilbur, y Evelyn W. Aulie
2009 Diccionario ch’ol-español, español-ch’ol. Serie de Vocabularios y Diccionarios Indígenas, Mariano Silva y Aceves no. 21. ILV, México, D.F.

-Hopkins, Nicholas, J. Kathryn Josserand, y Ausencio Cruz Guzmán
2011 A Historical Dictionary of Chol (Mayan): The Lexical Sources from 1789 to 1935, Tallahassee: Jaguar Tours.

-Hull, Kerry
2016 A Dictionary of Ch’orti’ Mayan-Spanish-English. Salt Lake City: University of Utah Press.

-Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI)
2022 Atlas de los Pueblos Indígenas de México (https://atlas.inpi.gob.mx/)

-Keller, Kathryn C., y Plácido Luciano G.
1997 Diccionario chontal de Tabasco (mayense). Serie de Vocabulario y Diccionarios Indígenas “Mariano Silva y Aceves” no. 36. SIL, Tucson.

-Robertson, John S., Daniel Law y Robbie Haertel (eds.)
2010 Colonial Ch’olti’: The Seventeenth-Century Morán Manuscript. University of Oklahoma Press, Norman.

-Wisdom, Charles
1950 Materials on the Chorti Language (Microfilm Collection of Manuscripts on Middle American Cultural Anthropology, 28). Transcrito por Brian Stross. University of Chicago, Chicago.

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Los implementos del juego de pelota en el Popol Vuh

por William H. Mex

Ta xk’am k’ut kina’oj Xib’alb’a: “Xa keqapusu chwe’q. Xa lab’e husu, husu kekamik rumal ri qetz’ab’a’l, ri qacha’jib’al,” kecha’ k’u ri Xib’alb’a chikib’il kib’(Entonces llegaron a un acuerdo los de Xib’alb’a. “Los vamos a sacrificar mañana. Quizá morirán luego por medio de nuestros implementos de juego, nuestro equipo de pelota”, se dijeron los de Xib’alb’a entre sí). Traducción de Mondloch y Carmack 2018.

El presente texto hace algunas observaciones lingüísticas acerca de las palabras relacionadas con los implementos del juego de pelota mencionados en el manuscrito colonial de las Tierras Altas de Guatemala conocido como Popol Vuh. También hace observaciones sobre algunos de los términos relacionados con los verbos del juego. El objetivo es enriquecer la interpretación y traducción de algunos términos, considerando no solo el idioma k’iche’, si no también otras lenguas mayas.

El nombre del juego de pelota y sus variantes

La primera vez que aparece el nombre del juego en el Popol Vuh es cuando Jun Junajpu y Wuqub Junajpu son mencionados jugando a los dados y la pelota. El término usado para el juego de dados es <zac>, con ortografía actual sak y para el juego de pelota, <chaah> con ortografía actual chaaj (Mondloch y Carmack 2018:72 y 73)[1]. La sección del manuscrito dice así, según Mondloch y Carmack (con equivalencias en negritas):

<are cut u beel xibalba xe chaah vi ta xquita cut hun came, vucub came rahaual xibalba>[2]

“Fue, pues, en el camino de Xib’alb’a donde estaban jugando a la pelota cuando los oyeron Jun Kame y Wuqub’ Kame, los Señores de Xib’alb’a”.

Con respecto al término chaaj, el diccionario de k’iche colonial de Basseta registra <chaah> ‘jugar a la pelota (ya no se usa)’ y también ‘juego de pelota’ (Acuña 2005:381, 198). Esa voz podría estar relacionada con el término maya occidental *taj que tiene cognados como el tzotzil tajin ‘jugar’ y posiblemente el tzendal colonial <taghin> ‘burlarse’ y <taghimal> ‘juego o burla así’, además del mochó chajch ~ xajx (ver Kaufman 2003:758; Ruz 1986:375).  

En pokom colonial de la región de Verapaz se registró <ah chaah> como ‘jugador de pelota’, <chicaconehchaah> como ‘jugar a la pelota’ y también se documentó el nombre de un juego de dados como <zaqueh> (Feldman 2000:51). La segunda dicción está relacionada con el k’iche’ sak, ya mencionado. El pokomchi’ actual al parecer solo conservó chaah como ‘pelota’ (Dobbels 2003:90).

El kaqchikel colonial también registró voces relacionadas: <ti qui zaquibeh, ti qui chaahibeh> ‘jugar a la pelota’, ‘esto es, al modo que solían jugar los indios’. Para el juego se usaron dos términos: <zac> y <chaah>, además de las conjugaciones <qui zaquin, qui chaahin chi quiq>. También se registra <zac> ‘dados para jugar’, <qui zaquin> ‘jugar a los dados’ y <zac / zaquinic> ‘juego al modo de dados, con unos frijoles’ (Acuña 1983:407, 136, 284). Esto da entender que sak era un juego relacionado más con dados y frijoles y no específicamente con la pelota, dado que solo <chaah> se menciona en relación con la pelota, nombrada <quiq>. Tal vez sak refería a las apuestas hechas para el juego o a las acciones que formaban parte del evento.

En relación con los términos del k’iche’, también en kaqchikel se registró de manera más específica que se jugaba ‘reziviendo con las nalgas la pelota que tiran’ y las dicciones <chaahinic> y <ti ka chaahih> ‘jugar así’ (Acuña 1983:283).

Resulta interesante que en kaqchikel se registrase el término compuesto <pak’ibal quiq> como ‘juego de pelota’, con la voz <quiq> ‘una bola de ule’. Una expresión relacionada es <ta pak’ih pe ch’a k’a, tin pak’ih apon chi un k’a>, traducida como ‘tírala azi acá, que yo la echaré allá con la mano’. El término <pak’ibal> se relaciona con el verbo <pak’ih> ‘dar a puño cerrado’ y ‘dar bofetada con el rrebez de la mano’ y el término <pak’> también refería a ‘quebrar mazorcas de cacao para sacar el grano’ (Acuña 1983:416 y 455). Es decir, en esta variante de juego la pelota se golpeaba o lanzaba (y se recibía) con las manos.

Signo maya clásico que refiere a la cancha del juego de pelota. Dibujo de W. Mex.

La pelota, el hule y la sangre

Varios autores han notado la relación entre el sacrificio, el hule y la pelota del juego (ver, por ejemplo, Peretti 2019). Hay que notar que Tedlock (1996) considera que <chaah> podía ser tanto ‘juego de pelota’ como ‘pelota’ pero también remarca que la pelota usada por Wuq Junajpu y por Junajpu e Xbalanque se nombra como <quiq’>.

Los textos coloniales registran con respecto a la pelota las voces: <quic> ‘la pelota, y la sangre y el ule; y de ay le llamaron <quiq’>’ (Acuña 2005:381). En k’iche’ actual tenemos kik’ ‘bola (de hule)’ y kik’(el) ‘sangre, resina’ (Christenson 2004:63). Es bien conocido que estas voces tienen cognados en otras lenguas mayas con los significados de ‘sangre’ y demás términos asociados (ver Kaufman 2003:322).

En relación con estas palabras, el kaqchikel colonial registró <qoloqic> y <zirizic quiq>, ambos como ‘pelota de uli’, además de las voces para ‘bola’ <zirizic, zuruzic, qoloqic che; zirizak,  qoloqak, zuruzak> (estas últimas dos como plural) y <zirom che> ‘la bola y también la cosa redonda como bola’ (Acuña 1983:70, 407)[3]. En k’iche’ actual el término relacionado con *sir/*sur se ha registrado como sirisik ‘bola, globo’, surusik ‘esférico, redondo’ y sursik ‘bola’ (Christenson 2004:111, 113). Al parecer son términos relacionados con el Maya Común *sul que tiene cognados con los significados de ‘enrollar, envuelto, arrollarlo’ (ver Kaufman 2003:389).

¿Qué era el bate en el juego de pelota?

Uno de los temas más debatidos e interesantes con respecto al juego es el de los implementos que necesitaba colocarse el jugador en el cuerpo. Algunos, como bate, han sido discutidos durante años, sin llegar a un consenso académico. El análisis más detallado de las palabras relacionadas con los implementos puede aclarar qué variante del juego de pelota es descrita en el Popol Vuh.

Una sección del manuscrito menciona los implementos cuando los señores del Xibalba mandan a traer a Jun Junajpu y Wuqub Junajpu así:

<chiquicam uloc ri quichoconizan, qui bate, qui pachcab, chipe naipuch ri quiq quecha ahauab> [4]

“¡Que traigan sus implementos –yugos y sus protectores de brazos–,y que venga también su pelota! Dicen los señores…”(según Mondloch y Carmack 2018:29-32)

Edmonson (1971) notó que la voz bate podía referir a una argolla y que podría estar relacionada con palabras de la región de las Antillas. De allí que académicos como Mondloch y Carmack (2018:283) lo traduzcan como ‘yugo, instrumento de protección que los jugadores del juego de pelota ponían sobre las caderas’. De manera semejante, otros como Christenson (2007:105) y Tedlock (1996:254) lo traducen como ‘yugo’ mientras que Sam Colop (2008:65) opta por ‘cinturón’ [5]. Por su parte, Craveri (2007:475) no se decide entre ‘argolla’ o ‘pala’, aunque menciona que Diego Guarchaj considera que la palabra designa al ‘palo para jugar a la pelota’, de manera semejante a como Campbell (1983:82) propuso.

Varios académicos han hecho notar que la palabra bate aparece en el Tesoro de las lenguas… de Francisco Ximénez con los significados de “argolla para la garganta y un instrumento para jugar a la pelota o al juego que llaman del batey” (notar que uno es bate y el otro es batey). Es bien conocida la existencia de la palabra batey en Centroamérica y el Caribe, y se sabe que podía referir tanto a la pelota como al juego de pelota y al lugar en donde se practicaba (ver Rivera 1999:68; ver también TLEPR). También se conoce que la palabra se usaba en el español del siglo dieciséis y que aparece en manuscritos relacionados con otras lenguas mesoamericanas en la época colonial, como el nahuatl (ver Hernández 1996:60)[6]. Lo que el Tesoro de las lenguas… registra ¿Es una palabra originaria de las lenguas mayas o proviene de otras lenguas americanas? ¿Es posible que el autor del manuscrito confundiera palabras semejantes que provenían de diferentes idiomas? ¿Quiénes le llamaban batey a dicho juego?

La entrada correspondiente a Bate en el manuscrito de F. Ximénez

El Popol Vuh no deja lugar a dudas de que bate (no batei ni batey) era un objeto, y en algunos contextos, tal vez el nombre del juego. En otros documentos coloniales k’icheanos no se menciona algún término parecido en relación con el juego. No debemos suponer que el segundo instrumento al que hace referencia Ximénez tenía también forma de argolla o algo parecido, dado que no ofrece más especificaciones. Los únicos términos semejantes o tal vez relacionados con algo similar a una ‘argolla’ son los cognados del tz’utujil b’atooj ‘enrollar’, cuya raíz es *b’ot (ver Pérez y Hernández 1996:36). Considerando que Ximénez recopiló en su manuscrito voces del tz’utujil, k’iche’ y kaqchikel, es probable que el primer bate al que se refiere esté vinculado con esta voz [7].

Si es una palabra de origen maya, una revisión en las lenguas mayas nos ayudará a conocer qué tipo de instrumento pudo ser aquel bate. Como posibles palabras relacionadas, en k’iche’ colonial tenemos <bate, u bate> ‘árbol con que hacen barbacoa’ y en k’iche actual bate’ con el significado de ‘lanza’ (Acuña 2005:345; Christenson 2005:17). En yucateco colonial aparece <bateel> ‘batalla de uno con otro, y batallar ansí’, <ah bateel> ‘batallador’, <baat> ‘hacha o hachuela o segur’ y en yucateco actual báat ‘hacha’ (Acuña 1993:140, 376; Acuña 2001:80; ALMY 2003:20). En lacandón tenemos báat ‘hacha’ (o algo que tiene esa forma, como el omóplato), en itzá baat ‘hacha’ y en mopán baat ‘hacha’ (Hofling 2014:83; Hofling y Tesucún 2000:156; Hofling 2011:129). En ch’ol tenemos el término relacionado ik’bät ‘árbol (sirve para hacer tablas)’ y x-ch’ich’bät ‘sangre de dragón, árbol de sangre’ (Aulie y Aulie 2009:36, 114). Nótese que la palabra bät del ch’ol es cognado del bate k’iche’.   

Otras lenguas mayas nos ayudan a proponer el significado de ‘palo, madera, vara’ para el instrumento. En tzendal colonial encontramos <bat te> ‘corcho de las Indias’ y <bat> ‘correas o cortezas de correas de los árboles’ (Ruz 1986:249)[8].  Como cognados tenemos en tzeltal actual bat ‘jonote, corcho (árbol Heliocarpus donnell-smithii)’ y, relacionado con el término ch’ol mencionado anteriormente, ch’ich’bat ‘sangre de drago, árbol de hoja acorazonada y peluda, de corteza lisa con exudado rojo parecido a la sangre cuando se corta; se usa para leña (Croton draco)’ (Polian 2018:145, 222). En algunas lenguas de Guatemala como el akateko tenemos bat ‘palo de cajete’, en mochó bat ‘palo cajete, palo de corcho’ y en ixil batz ‘árbol de cajeto’ (PLFM 1996:19; Kaufman 1967:11; Asicona y otros 1998:12). Algunos de los términos ya vistos son descendientes del protomaya *baty (ver Kaufman 2003:1088).

La evidencia revisada sugiere que el término bate puede ser traducido como ‘palo, árbol, madera, vara, objeto semejante a un hacha’ y también como un tipo de ‘correa, corteza, corcho’. Aunque es tentador traducir bate como ‘yugo’ considerando la voz tzendal que se traduce como ‘correa’, debemos notar que en otras lenguas mayas no hay nada que indique que este material fuese usado en algún implemento vinculado con la cintura o el torso. Si hubiese alguna palabra colonial o actual relacionada con el concepto de ‘yugo (para jugar la pelota / golpear la pelota)’ prehispánico, se esperaría que se vinculara con la cintura, cadera, nalgas o torso (tal vez como algún tipo de “cinturón”, como sugiere Sam Colop). De hecho, el término propuesto para ‘yugo’ en la escritura jeroglífica maya clásica es ya’ tun, o sea ‘piedra-cadera’ (ver Houston y Stuart 2021). Sin embargo, para bate no hay nada parecido.

Otra opción, más lejana, es que el bate haya sido una especie de manopla o argolla que se colocaba en brazos o manos, tal vez para golpear la pelota. Pero hay menos evidencia para proponer tal cosa [9].

Considerando lo ya revisado (y dado que en el Popol Vuh no hay nada que indique que se usara algún implemento relacionado con la cintura/cadera), se respalda la propuesta de que bate refiere a un tipo de instrumento con forma de vara o hacha, probablemente hecho de algún tipo de corcho (o cubierto con el mismo) que servía para golpear la pelota de hule durante el juego, en una o varias ocasiones [10]. En cuanto a batei / batey, probablemente sea una voz proveniente de alguna lengua no maya.

Los otros implementos del jugador de pelota

Otra sección del Popol Vuh también menciona otro tipo de implementos que usaron los hermanos al momento de jugar en el inframundo:

<are xquiraih xibalba, ri quetzabal hun hunahpu vucub hun ahpu ri qui tzuum qui bate, qui pachcab, qui yachvach, vach zot puch – qui cavubal hun hunahpu, vucub hunahpu> [11]

Traducido de la siguiente manera (con base en Mondloch y Carmack 2018, con ligeras modificaciones):

«Lo que deseaban los de Xib’alb’a eran los implementos de juego de Jun Junajpu y Wuqub’ Junajpu: sus protectores de cuero, sus [varas], sus protectores de brazos, sus tocados y las máscaras – los adornos de Jun Junajpu y Wuqub’ Junajpu…»[12].

Los términos del k’iche’ colonial relacionados con <etzabal> son <etzanem> ‘juego de manos, malo’, <etzanel> ‘juglar’ y <etzanic> ‘retozar’, mientras que en k’iche actual los términos son etz’abal ‘juguete’, etz’anel ‘jugador’, etz’anem ‘juego’ y etz’balil ‘adorno, decoraciones (casa para boda)’ (Acuña 2005:198, 281, 403; Christenson 2005:36). En kaqchikel colonial tenemos el cognado de la voz como <etzan> ‘juego de muchachos que andan holgándose’ y en tz’utujil actual ejtz’aaneem ‘jugar’ (Acuña 1983:284; Pérez y Hernández 1996:116). No deja de ser interesante que algunas entradas relacionen la raíz *etz’ con las manos, lo que tal vez tenga que ver con los dados ya mencionados o con la vara de madera.

Jugador del Clásico con tocado en la cabeza, protectores de manos, cinturón acolchado y rodillera (foto de J. Kerr, MVD)

El tercer implemento que nos interesa es descendiente de la voz *tz’uhum, con cognados en lenguas mayas con los significados de ‘piel (de animal), cuero, cutis, azote, cáscara, corteza, cobija, chamarra’ y, de manera llamativa, en uspanteko ‘pelota, bola’ (ver Kaufman 2003:373, 374). En k’iche colonial se registró <tzuum> ‘cuero por curtir’, <tzum> ‘piel’ y en k’iche’ actúal tz’um(aj) ‘piel, cuero, correa de cuero’ y tz’umal(il) ‘piel, cuero’ (Acuña 2005:116, 255; Christenson 2005:127)[13]. En kaqchikel colonial se encuentra <tz’um> ‘correa de cuero’ (Acuña 1983:114). Con base en esto, se respalda la traducción de <tzuum> como ‘cuero, piel’ y también como ‘protector de cuero’, considerando que puede ser el cuero que servía para proteger cualquier parte del cuerpo, como las manos, codos, caderas, pies o rodillas. Esta interpretación también se respalda por medio de algunas escenas del Clásico (250-900 d.C.), en donde los jugadores tienen cubiertas varias partes de su cuerpo con alguna especie de piel o tela.

El siguiente implemento interesante es el único nombrado en relación con alguna parte específica del cuerpo: pach q’ab ‘protector(es) de (los) brazo(s) y mano(s)’. La voz pach es cognado del término reconstruido para el Maya Occidental y el Área Mayor de Tierras bajas *paat que da origen a palabras con los significados de ‘espalda, corteza, cáscara, piel, costra, escama’, mientras que q’ab es cognado de las voces para ‘mano, brazo’ en varias lenguas mayas (ver Kaufman 2003:371, 335). Como han hecho notar la mayoría de los estudiosos del Popol Vuh, es la cubierta para mano(s)/brazo(s), que formaba un tipo de guante o manga. También trae a la mente el término kaqchikel <pak’ih> ‘golpear con el revés de la mano’. Hay que notar de nuevo que el Popol Vuh no menciona algún protector específico para la rodilla, tan común en las representaciones del Clásico. De nuevo, esto indica que la actividad le daba prioridad al uso de manos y brazos.  

Otro de los implementos mencionados es el <yachvach>, que contiene las palabras yach, en k’iche’ colonial ‘corona’ y en kaqchikel ‘corona o guirnalda’ además de la voz wach, que tiene cognados con los significados de ‘ojo, cara, frente’ (Acuña 2005:421; Acuña 1983:114; Kaufman 2003:325). Aunque algunos traductores han preferido traducir yachwach como ‘penacho, corona’, es más viable la traducción ‘diadema’ o incluso ‘pañoleta’ (de manera semejante a lo propuesto por Tedlock, 1996:254), que probablemente retenía el cabello del jugador. En cualquier caso, la traducción no presenta mayor problema.

En relación con el implemento anterior, también se nombra el <vach zot>, cuyo equivalente aparece en k’iche actual como wäch sot ‘máscara’ (Christensen 2005:136). Algunos académicos han preferido la traducción ‘máscara’, mientras que otros optan por ‘máscara protectora’.  Tomando en cuenta que la raíz *sot podría estar vinculada con el k’iche’ <zotoba> ‘enroscar, arquear’, es viable proponer que este tipo de máscara servía como protección para evitar lesiones por el golpe de la pelota, aunque valdría la pena indagar en los significados simbólicos tanto de la máscara como de la diadema/pañoleta. Tal vez también servían para diferenciar a los equipos, como algunas escenas de los tocados para la cabeza del Clásico sugieren.

Diferentes tocados para la cabeza de los jugadores del Clásico. Fotos de J. Kerr (MVD)

Finalmente, se menciona el término <cavubal>, relacionada con la raíz <cau> que Basseta registra con los significados de ‘ataviar, componer, apercebir, aparejar, disponer’ (Acuña 2005:75). El término tampoco presenta mayor problema para los traductores del Popol Vuh, dado que refiere a los ‘adornos’ en general.

El lugar para el juego de pelota

El término para designar al juego de pelota aparece como <hom> en una sección del manuscrito:

<xa e cacab chiquiculelaah quib e cahib chi conohel ta quecuch maihic pa hom chul cu ri voc ilol que>[14]

«Competían de dos en dos. Eran cuatro por todo. Entonces, se juntaban en el campo de pelota y llegaba el [Wak] a observarlos…» (según Mondloch y Carmack 2018:72, 73)

Varios académicos han hecho notar que en el Tesoro de las lenguas… de Ximénez aparece <hom> con la traducción ‘cemeterio, o patio donde jugaban al batey’, por lo que también han recalcado la relación de la actividad con la muerte (ver Tedlock 1996:336; Mondloch y Carmack 2018:288).

Entrada correpondiente a Hom en el manuscrito de F. Ximénez

La raíz *hom es cognado del yucateco colonial <homol> ‘sumirse o hundirse la sepultura’ y hom ‘hundirse la tierra o sepoltura o algún pedazo de casa’ (ver Acuña 1993:601, 409) y cabe la posibilidad de que esté relacionado con el tzendal hom ‘desbaratarse’ y con el protomaya *johm que da origen a palabras con los significados de ‘jícara, guacal, recipiente de calabaza, canoa’ en diferentes lenguas mayas (ver Ruz 1986:301; Kaufman 2003:991)[15].

Dibujo moderno de David Witt del juego de pelota

No cabe duda de que el juego representa una hendidura o abertura de la tierra y que el léxico enfatiza la relación del juego con el “inframundo”, que en algunas lenguas mayas se nombró como Xibalba.

Comentarios finales

Los manuscritos coloniales de los Altos de Guatemala mencionados registran términos para el juego de dados y de pelota. Para la segunda actividad mencionan la voz chaaj y demás términos asociados, especificando que esta variante podía involucrar la acción de golpear la pelota con las nalgas/caderas y que la misma palabra podía referir a la pelota. También mencionan una variante del juego relacionada con el verbo pak’, en la que se golpeaba la pelota con las manos o con alguna parte del brazo.

En cuanto a los implementos, aquí se ha respaldado la idea de que la voz bate refiere a un objeto de madera, con forma de vara/hacha con el que posiblemente era golpeada la pelota. La traducción de ‘yugo’ o ‘cinturón’ para la voz no se respalda por medio de las diferentes fuentes lingüísticas. Otros implementos que servían para el juego eran los cueros/pieles usados para proteger cualquier parte del cuerpo; los protectores de manos/brazos que posiblemente servían para golpear la pelota o para apoyarse en las superficies del campo de juego; la diadema/pañoleta, que pudo usarse para sostener el cabello o bien, para identificar a los contendientes de cada equipo; la máscara, que también pudo tener uso como protección y finalmente, lo atavíos generales. Falta profundizar en el componente simbólico de estos artefactos.

La traducción de las palabras relacionadas con los elementos indispensables para el juego revela que esa actividad le daba prioridad al uso de manos y brazos, al menos en el Popol Vuh. Aunque falta analizar más a detalle el contexto del juego, no tenemos por qué pensar que se jugó tal y como aparece en la mayoría de las escenas del Clásico, es decir, principalmente golpeando la pelota con la cadera (protegida con un cinturón grueso) y ocasionalmente apoyando la rodilla y mano en el suelo [16]. Con excepción de algunas de las traducciones de chaaj, ningún término refiere a golpear la pelota con la cadera, mucho menos a yugos, rodilleras o aros de pelota. En este escrito no se analizó el contexto más amplio en que se mencionan las acciones del juego de pelota y, por lo breve del mismo, varios autores han sido omitidos. El tema queda abierto a observaciones y sugerencias.


NOTAS ACLARATORIAS

IMPORTANTE: Para el presente estudio también se revisaron las versiones de Adrián Inés Chávez, Agustín Estrada Monroy y Adrián Recinos. No se incluyeron en la bibliografía debido a que los citados autores no siempre aclaran el por qué traducen de tal manera algunas palabras o no discuten más ampliamente las cuestiones semánticas relacionadas con las palabras aquí analizadas. A grandes rasgos, han usado las mismas traducciones aquí mencionadas, a veces con ligeras variaciones.

[1] Para el orden y la traducción de los pasajes del Popol Vuh me baso en el estudio de Carmack y Mondloch, pero menciono a otros autores cuando es menester. En este trabajo se ponen los términos coloniales, que usan una ortografía diferente a la actual, entre corchetes angulares < >. He optado por usar la /z/ en vez de la cedilla colonial /ç/ y también he omitido el uso del tresillo u otros signos del kaqchikel colonial que ya no se usan. Las palabras de las lenguas mayas van en cursivas y las traducciones al español, entre comillas simples ‘ ’.

[2] Con ortografía actual: Are’ k’ut ub’e’el Xib’alb’a xecha’aj wi ta xkita k’ut Jun Kame, Wuqub’ Kame, rajawal Xib’alb’a.

[3] La voz <qoloq> se relaciona con las cosas redondas.

[4] Con ortografía actual: chikik’am uloq ri kichokonsa’n, kib’ate, kipach-q’ab’, chipe nayipuch ri kikik’, kecha’ ajawab’.

[5] Hay que considerar que aún si el bate refiere a un tipo de cinturón, esto no significa que el mismo fuese usado para golpear a la pelota o para algo parecido.

[6] El Vocabulario nahuatl de Alonso de Molina (1880:19) registra en la sección del español <Batei> ‘juego de pelota con los quadriles, o el mesmo lugar donde juegan este juego. Tlachtli’.

[7] Hay que notar que el manuscrito parece diferenciar entre “argolla para la garganta…” y “un instrumento para jugar…”. Si ambas definiciones referían a lo mismo, el manuscrito las hubiera registrado como una sola cosa (por ej. “argolla para la garganta, sirve para jugar a la pelota”). Otra opción es que esa “argolla” se colocase en el cuello o en alguna otra parte del cuerpo al momento de jugar a la pelota, sin que necesariamente sirviera para golpearla (pero ver también la opinión de Acuña 1982). En otras lenguas mayas encontramos cognados, como el q’eq’chi’ baatal ‘ropa, envoltura’, bate’k, bateek ‘ser envuelto’ y bot ‘enrollar’ (Haeserijn 1979:57, 72). En cualquier caso, la raíz *bat solo refiere de manera general a envolver o enrollar, no a un objeto.

[8] Notar que el corcho es lo que está en la zona periférica del tronco, ramas y raíces. Se debe mencionar que en tzeltal actual tenemos también bahte ‘hormiga’ (Polian 2018:139) que presenta cognados en algunas lenguas mayas.

[9] Batey pudo ser una palabra de origen no maya que Ximénez conocía de antemano y anotó en su manuscrito, tal vez haciendo una comparación entre el juego del Caribe y el juego de los Altos de Guatemala. Otras entradas de Ximénez sugieren que batey era el nombre del juego, pero ninguna lengua maya colonial o actual conservó alguna palabra semejante para designar a algún tipo de juego ¿Usaron los mayas prehispánicos alguna vez la palabra bate(y) para designar al juego de pelota?

[10] Y aún si el bate al que refiere el Popol Vuh hubiese sido algún tipo de argolla, no hay nada que nos indique que era para la cadera.

[11] Con ortografía actual sería: Are’ xkirayij Xib’alb’a ri k etz’ab’a’l Jun Jun Ajpu, Wuqub’ Jun Ajpu: ri kitz’u’um, kib’ate, kipachq’ab’, kiyach uwach, wach sot puch – kikawub’al Jun Jun Ajpu, Wuqub’ Jun Ajpu.

[12] Otra sección menciona también “sus implementos de juego quedaron colgados sobre el tapanco de la casa: sus [bastones], sus protectores de brazos y su pelota”, K’o k’u kanoq ri ketz’ab’a’l xekel kanoq chuwi’ ja: kib’ate, kipachq’ab’, ki kik’ puch. Y “que vengan sus implementos de juego: la pelota, los [bastones], los protectores de brazos y los protectores de cuero”. Chipe ri ketz’ab’a’l: kik’, b’ate, pachq’ab’, tz’u’um. (Carmack y Mondloch 2018, con la adición de ‘bastones’ por parte mía).

[13] En tz’utujil también encontramos tz’uum ‘cuero’; tz’uumaal ‘piel, cutis’ (Pérez y Hernández 1996:466).

[14] Con ortografía actual: Xa e kakab’ chikik’ulela’aj kib’. E kajib’ chi konojel. Ta kekuchmayijik pa jom chul k’u ri wok [wak], ilol ke.

[15] También hay cognados en maya yucateco actual como jomchajal ‘hundirse los pies en la tierra’, jomchajal ‘hundirse la tierra’, jomoljom ‘lleno de huecos’, jóomchak’ ‘hundirse los pies en un terreno suave’, (ALMY 2003:78, 81).

[16] Hay que notar que algunos términos en la escritura jeroglífica maya clásica hacen referencia a golpear la pelota (jatz’) o a ‘palmos’ (nahb), lo que podría indicar que en algún momento del juego se tocaba la pelota con manos o brazos (ver Velásquez 2015).

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Observaciones acerca de los nombres y apellidos de origen maya (SEGUNDA parte)

por William H. Mex

«-Yáabilkunt a k’aaba, wa leti’e’ ku tal ich u chun u máasewal k’aaba’, baylili’e’ ti’al ma’ mans a kuxtal chéen ich u loxil yéetel u chikul a wich. Junp’éel wíinik ku tal ich u chuunil máasewale’, wa ma’ ku k’ajóolt u pixan wo’ojil ti’ u chunil u k’aaba’, jóojoch u wíinklil. Wa ma’ k’aasik tuláakale ba’aj kin wa’ik tech, maake táan in wa’ik bix anik u pixane’, je’ u suutkuba’ bey junp’éel nojoch káat tu chúupule’ yéetel je’ ba’axake’, je’elo’ tuune’, la’e’ ba’aj jóojochil je’ u páajtal u chúupu’ yéetel u ta’ mis ti’ junp’éel túukul, ma’ u ti’ali’, bey xan je’ bin u p’eentakaj tumene’ tuukula’ – »[1]

➜Esta es la segunda parte del ensayo sobre los nombres y apellidos mayas publicada en este blog, el enlace para la primera parte la puedes encontrar al final del texto. Revisado: febrero de 2023

Los nombres y apellidos mayas del período Colonial a la actualidad

El período Colonial (1697-1821) estuvo marcado en un principio por un programa misionero que contemplaba la conversión de los nativos al cristianismo mediante bautizos masivos, también se buscaba desarraigar sus creencias, conformar pueblos con cabildo e iglesia y disminuir la cantidad de nativos fugitivos y gentiles [2]. En esa época hicieron presencia ciertos intentos de integración de poblaciones que no tomaban en cuenta el grado de cohesión social y que a la larga dieron lugar a nuevas fragmentaciones. Sin embargo, y de manera general, la lengua castellana tuvo poco impacto sobre la lengua maya, y se puede hablar tanto de hispanización como de mayanización, ya que en varios casos el maya era la primera lengua entre los nacidos en cualquier casta. Sobre todo, fueron las elites mayas quienes adoptaron aspectos culturales españoles por conveniencia [3].

En los documentos de la época, se hizo común el uso de palabras como yuum (señor, amo) que era un título con el que se designaba a los batabes y maestros cantores, e igualmente se hizo común que varios personajes mayas se vincularan histórica y convenientemente con ciudades como Mayapán, por cuestiones de prestigio. Así mismo, en estos documentos, los designados como indios siempre llevaban apellido maya, con excepción de los indios hidalgos [4]. Lo más común fue que los apelativos mayas fuesen cambiados por los apellidos de misioneros, encomenderos, o dueños de esclavos y, en los seminarios, quienes fundaban las becas eran quienes les daban el apellido a sus tutelados [5].

Debido a la influencia de las instituciones castellanas, no hay evidencia del uso del nombre de madre en los registros coloniales, si bien es posible que hasta cercano el siglo diecinueve la práctica de llevar un nombre materno (en este caso, después del paterno y como segundo apellido) se haya vuelto común de nuevo. En la mayoría de los casos hubo una tendencia a retener los patronímicos, como un reflejo de la identidad en común que compartían los grupos mayas, con una escasa adopción de apellidos castellanos. De la misma manera, se preferían nombres que tuvieran contrapartes femeninas (por ejemplo, Bernardino- Bernardina) y algunos nombres se mayanizaban, por ejemplo: XPab, Antoyo (Antonio), Bicto (Victor), Calos (Carlos), Pelip (Felipe) [6]. En documentos oficiales referentes a propiedades o tierras, algunos mayas usaban con facilidad sus nombres precristianos (es decir, con su nombre de madre primero) olvidándose del nombre castellano. En el caso de la península de Yucatán, también es probable que el uso de apodos haya sobrevivido – aunque de diferente manera – hasta la época actual [7].  

Durante el mismo período, entre los pueblos de la montaña de la península de Yucatán se observa mayor diversificación de apelativos (patronímicos, aunque también los que podrían ser matronímicos), lo que da un menor número de individuos por linaje, destacando por cantidad los Chan, May, Euan, Mo, Canul y Canché [8]. El uso de apellidos también sirve como medio de legitimación y para resaltar la importancia de un linaje (que implica parentesco y vínculo político). Por ejemplo, en un documento del siglo diecisiete, Don Juan Chan afirma que su esposa María Tzeh, descendía de Fernando Tzeh, quien era descendiente del linaje de Kauac Op Tzeh, de la ciudad de Mayapán [9]. Hay ejemplos en dónde los mayas rebeldes (bautizados) usaban su nombre al estilo prehispánico (con su nombre de madre primero) cuando respondían a las cartas de los eclesiásticos reductores, lo que indicaría un intento de marcar su frontera étnica [10].

Otro rasgo para resaltar es que ciertos nombres o apellidos se asociaban con determinadas áreas de la península: Canul al norponiente, Cupul al suroriente y los Pech en la provincia de Cehpech. Hoy en día ciertos apellidos aparecen por regiones o comunidades: Pat y Cimé en Chan Kom; Ay y Tuz en Ek Balam; Dzul Baas, Cahum y Pomol en Hunukú [11]. La inclusión de un nombre castellano en el apelativo indígena (borrando el nombre de la madre), la transformación del “nombre de padre” en lo que hoy en día llamamos apellido[12], y el cambio total de apellido maya por un apellido castellano han sido acciones llevadas a cabo desde principios de la época Colonial, pero que han sido más notorias en los últimos doscientos años.

En la época actual (principios del siglo veinte y años treinta) otro cambio ha ocurrido con el apellido maya: la castellanización del apellido o bien, la traducción de este al español. Casos conocidos son los de los apellidos Che (traducido Madera), Ek (como Estrella), Chel (Rubio), Dzul (Caballero, aunque originalmente ‘extranjero, foráneo’), Uh (Luna) y Caamal, Matu y Tamay castellanizados como Cámara, Matos y Tamayo. Otros apellidos se modifican adaptándolos a la morfología del idioma castellano[13]. Si bien se ha convertido en una práctica poco común, el apellido indígena ha pasado a ser sinónimo de estigma étnico [14]. La traducción parece buscar “transferir las connotaciones positivas de un apellido castellano”, algo que también se intenta mediante los matrimonios estratégicos con personas de apellido no maya, lo que en ocasiones se suele llamar “blanqueamiento” y lleva a la vez a un desprecio por la piel de color oscuro y a una visión entre ciertas partes de la sociedad yucateca de que la pobreza y el apellido maya tienen que estar inevitablemente vinculados [15]. También es común escuchar decir en diversas partes del área maya en general, que un apellido maya “suena feo” y escuchar el uso despectivo de palabras como “macehual” o “indio” para las personas que tienen apellidos mayas [16]. Esto ha influido, principalmente en épocas recientes, a que la estigmatización del apellido de origen maya continúe.

Hacia una metodología para el estudio del significado del nombre maya, desde la época prehispánica hasta la época actual

Con base en lo ya expuesto, queda claro que tanto la manera de nombrarse como los significados de los nombres y apellidos mayas, han sufrido cambios en diferentes épocas y lugares. En un estudio previo, se ha propuesto que un título prehispánico como Bahkab (Bacab), pudo pasar a formar parte del nombre de deidades para después pasar a usarse como apellido, pero sin conservar el significado, ni siquiera en fuentes coloniales [17]. Otras palabras usadas como apellido, por ejemplo, Balam (báalam ‘jaguar’), han conservado su significado, si bien parte el simbolismo prehispánico relacionado con la palabra se perdió desde hace tiempo, y otras como Chan, son de origen más complicado, pudiendo significar tanto ‘serpiente’, como ‘cielo’.

Los pasos aquí expuestos tienen como objetivo enfocar y organizar la investigación del nombre personal maya de forma precisa, completa y sistematizada con miras a profundizar en su significado y simbolismo. Esta metodología también se puede aplicar para investigar nombres de animales, seres sobrenaturales y de lugares. Está basada parcialmente en los seis puntos que Brito (1981) propone para el estudio de los toponímicos mayas, si bien aquí se parte del estudio de la escritura jeroglífica maya, tomando en cuenta un contexto más amplio.

1.- Para la identificación de un nombre prehispánico, se debe localizar primeramente la frase nominal, que identifica a seres humanos o sobrehumanos, y puede incluir nombres personales, títulos, oficios y nombres de lugar [18]. Esto se hace por medio del método estructural, buscando patrones de la lengua maya en las inscripciones (es decir, la sintaxis), y aislando fechas, verbos, objetos, sujetos y nombres de lugar, aunque no sea posible dar una lectura fonética en un principio [19]. Este trabajo se complementa con el método fonético, que proporciona lecturas más precisas [20].

2.- En el período Clásico, con excepción de los nombres de dioses, algunos wahy y algunos nombres de lugar, los nombres personales no se pueden constituir por una sola palabra, e incluyen como mínimo un adjetivo y un sustantivo [21]. Se incluyen principalmente nombres de animales, de dioses, y en menor medida, de objetos; igualmente hay una diferenciación en la conformación de nombres, según sea la región oeste o este del área maya [22]. Por lo tanto, se debe esperar encontrar diferencias entre los nombres y apellidos en la época colonial y en la época actual, dependiendo de cada región, dentro de la zona maya.

3.- La interpretación de cada palabra perteneciente a la frase nominal debe ser sencilla y lógica, tomando en cuenta el contexto de la época en que se sitúe el estudio. Por ejemplo, si se sabe que en las lenguas mayas el adjetivo se ubica antes que el sustantivo y que el orden de una oración es de forma común VOS (verbo-objeto-sujeto), entonces, este será el orden más común encontrado en las inscripciones clásicas y en los documentos coloniales [23]. También se debe tomar en cuenta que partes de la frase nominal pueden cambiar su lugar en la oración, o incluso no usarse, debiendo estos cambios en el orden considerarse como posibles marcadores de filiación lingüística [24].

4.- Las lenguas mayas se puede clasificar en clásicas, posclásicas, coloniales y modernas, y en cada período hay palabras o términos que pudieron o no sobrevivir en épocas posteriores. Hay que considerar tanto la variación lingüística como la variación dialectal, ya detectada desde el período Clásico [25]. Aún dentro de un área conservadora como la maya peninsular, si se quiere saber el significado de un nombre, es necesario tomar en cuenta otras lenguas mayas, como bien advertía Alfredo Barrera Vázquez hace más de 50 años: “ha sido un error tomar el maya de Yucatán como el único que nos pudiera dar el significado de todos los nombres relacionados con la religión y otros aspectos de la cultura maya peninsular” [26].

5.- Se debe considerar la posibilidad de encontrar palabras de otras lenguas mesoamericanas en las inscripciones prehispánicas y en los textos coloniales. Ya desde hace tiempo ha sido posible identificar influencias – principalmente de la lengua mixe-zoque, del nahua y posiblemente del zapoteco y del totonaco -, tanto en las inscripciones, como en las lenguas mayas actuales [27]. En la época colonial, hay buenos ejemplos de influencia nahuatl en los libros Chilam Balam [28]. En dado caso, la transparencia morfológica, la reconstructibilidad y las anomalías fonológicas y gramaticales deben tomarse en cuenta para saber cuál es el idioma que dio origen a una palabra [29]. No debe sorprendernos si llegaran a aparecer palabras cuya etimología es imposible de analizar, o cuyo significado se ha perdido para siempre.

6.- Hay evidencia de que ciertos nombres de personas, de dioses o de lugares han sobrevivido desde la época prehispánica hasta la actualidad, si bien esto no quiere decir que su significado o simbolismo también se haya mantenido. Tanto los nombres de Jun Witzil Chahk, que aparece en un dintel de Yaxchilán, de K’ahk’ u Pakal y de Jun Pik Tok’ personajes de Chichén Itzá, son mencionados en fuentes etnohistóricas o etnográficas posteriores [30]. Los nombres de algunos dioses recopilados en las etnografías actuales tienen claramente un equivalente Clásico [31]. Nombres de lugar como los de Ek Balam, Calcehtok y Acanceh también aparecen en inscripciones del norte de Yucatán, si bien su significado ha variado o se ha perdido parcialmente [32]. Dado que varios nombres de persona o lugar tienen raíces mitológicas, en ocasiones será necesario profundizar en la mitología de los pueblos mayas y mesoamericanos, tanto prehispánicos como actuales [33].

7.- Se deben tomar en cuenta las distintas formas de organización de la sociedad maya durante diferentes épocas, ya sea como ciudades estado o “superestados”, o como cacicazgos, chibales o cuchcabales e indagar en como estas formas afectaron la elección o imposición de un nombre hacia el individuo o hacia el grupo de personas [34]. También hay que analizar el prestigio que tuvo o se le atribuyó a un nombre y el efecto de este en las redacciones históricas. Algunos casos de aislamiento o de contacto entre grupos mayas y no mayas provocaban cambios en la forma de nombrarse, pudiendo identificarse áreas más conservadoras, o bien movimientos de revitalización [35]. Para el período actual, es de fundamental importancia analizar prácticas que afectan la imposición de nombres y apellidos, como los bautizos y bodas [36].

8.- Como complemento del punto anterior, es necesario cuestionar y revisar los trabajos más antiguos acerca del tema, a la luz de las nuevas investigaciones arqueológicas, históricas o antropológicas. Es probable que, al trabajar con una cantidad mayor de información, la interpretación y el conocimiento generado tendrá una base más sólida y fidedigna. La información histórica referente a la presencia de grupos étnicos en un área determinada, o bien la existencia de linajes y clanes debe ser contrastada en lo posible con los datos arqueológicos [37]. El hecho de encontrar datos alterados, falsos o fantásticos en los registros, no indica que no se pueda confiar en los escritos de los nativos, más bien nos dice mucho acerca de sus intenciones y de su contexto histórico [38].

Observaciones finales

El acercamiento al estudio del significado o simbolismo del nombre, cuando este pertenece a la persona, a un lugar o a alguna entidad sobrenatural, se puede ver como un intento de reforzar la identidad de una persona o grupo humano o bien como un movimiento de revitalización con vistas a lograr otros objetivos. El conocimiento generado por estudios como este se puede usar para restarle valor a las prácticas discriminatorias y racistas de ciertas sociedades, como la yucateca. No cabe duda de que este tipo de prácticas son producto de la ignorancia, por ejemplo, de toda la historia y gama de significados que puede rodear una apalabra (en este caso, un nombre o un apellido).

En otras partes del país se han llevado a cabo estudios que de una u otra forma buscan reinterpretar los nombres prehispánicos. Por ejemplo, Tena (2012) ha propuesto traducir los nombres nahuas de Cuitlahua como ‘Dueño de excremento’ (en vez de ‘excremento divino’ o ‘dueño de oro/ plata’) y de Tetlepanquetza como ‘Él pone a la gente sobre el fuego’, (sin relación con la palabra quetzal), analizando datos históricos acerca de la sociedad mexica. En todos los casos es necesario tomar en cuenta un contexto más amplio.

La gran cantidad de trabajos que se han estado produciendo en el ámbito epigráfico no tienen – en su mayoría – el objetivo de vincular el pasado prehispánico con las cuestiones étnicas o identitarias actuales, mucho menos tienen como finalidad el que sean leídos por los mayahablantes de hoy en día. Sin embargo, ha existido interés por parte de las personas del ámbito académico de compartir, aceptar o al menos considerar la información tratada en estos textos y de evaluar sus metodologías. Propuestas como esta pueden contribuir a ampliar los horizontes de trabajo y estudio, con el propósito de fortalecer a largo plazo la cultura y lengua maya.

Signos de la escritura jeroglífica maya relacionados con los apellidos mayas actuales: 1 Bahlam jaguar, 2 Chan / Kan cielo, firmamento 3 Ek’ estrella, astro, 4 K’uh deidad, dios, 5 Kab / Chab tierra, territorio, 6 Kan / Chan culebra, serpiente, víbora, 7 May pezuña, 8 Tun piedra, roca. Dibujos de ©️ William Mex (formas estándar).

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Última modificación: diciembre de 2022. La primera parte del ensayo la puedes leer aquí: https://wp.me/pbXGfE-yC

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NOTAS

[1] «Ama tu nombre, sobre todo si éste es de origen indio, para que no vivas en constante lucha con tu identidad. Un hombre de origen indígena, si desconoce el alfabeto espiritual de los orígenes de su nombre, es un hombre vacío y está expuesto a que se convierta en recipiente disponible al que se le puede llenar de cualquier cosa; luego entonces, esa oquedad puede que sea llenada con los desperdicios de un pensamiento, que no de él, y que acabará sometiéndolo». (Jorge Miguel Cocom Pech 2014:24 y 25)

[2] (Bracamonte 2001:60 y 61)

[3] (Farris 2012:138 y 154)

[4] (Farris 2012:306, nota 9 y 316)

[5] (Ruiz 1982)

[6] En algunos nombres se refleja el cambio u omisión de letras como la d, f, g, r que no existen en maya peninsular. En otros casos, se omiten las sílabas en los nombres que tienen dos vocales juntas.

[7] (Restall 1997:41-50)

[8] (Bracamonte 2001:137 y 367)

[9] Nótese la semejanza con la palabra Cauac (Kawak), que es el nombre de un día del calendario maya.

[10] (Bracamonte 2001:159 y 306). Este tipo de acciones son parecidas a lo expuesto en el párrafo anterior, en el trabajo de Restall.

[11] (Quintal 2005:197)

[12] Con lo ya expuesto, queda claro que el concepto de nombre y apellido tal y como lo conocemos actualmente era inexistente en la época prehispánica.

[13] Acciones descritas como prácticas de “tránsito étnico”, de “ocultamiento étnico” o de “ocultamiento de ascendencia maya”.

[14] (Quintal 2001:158; Quintal 2005:298)

[15] (Iturriaga 2011:28, 87 y 207)

[16] (Gabbert 2001:270). Ver Iturriaga 2011, para un análisis del racismo y los apellidos de origen maya en el Yucatán actual y Guzmán 2013, para un estudio sobre lengua, identidad y apellidos.

[17] (Mex 2016)

[18] (ver Lacadena 2000)

[19] (ver Proskouriakoff 1960)

[20] (ver Knorozov 1956)

[21] (ver Grube 2002)

[22] (ver Colas 2004)

[23] (ver Bricker 1986, England 1996)

[24] (ver Lacadena 1998)

[25] (ver Lacadena y Wichmann 2002, Rodríguez 2011)

[26] (citado en Brito 1981:35)

[27] (ver Boot 2009, Pallán y Meléndez 2005)

[28] (ver, Barrea y Rendón 1948)

[29] (ver Justeson et.al.1985)

[30] (Grube y Krochok 2007) (Stuart 1987)

[31] (ver García 2008)

[32] (Graña-Behrens 2006). Por ejemplo, es común que se refiera a Ek Balam (Ek’ Bahlam con ortografía del maya jeroglífico) como “Jaguar negro”, cuando según el registro epigráfico debe ser “Jaguar Estrella”, aunque en la etnografía también está atestiguado como “Lucero Jaguar”. De igual manera con Acanceh (Ahkan Kehj en ortografía del maya jeroglífico), traducido tradicionalmente como “Gemido de venado”, es más factible una traducción como “Venado Ahkan”.

[33] (ver García et.al. 2005, Tokovinine 2014)

[34] (Ver Martin y Grube 2008; ver Farriss 2012, Restall 1997)

[35] (ver Bracamonte 2001)

[36] (ver Kurjack et.al. 2001)

[37] (ver Cobos 2013)

[38] (ver Lacadena y Ciudad 2009)

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➡️ Diccionario Maya Cordemex (varias fuentes) 1980. Director: Alfredo Barrera Vásquez

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➡️ Calepino Maya de Motul (yucateco colonial) 2001. Edición de René Acuña, UNAM, Plaza y Valdés.

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➡️ Bocabulario de Maya Than (yucateco colonial) 1993. Edición de René Acuña, UNAM, IIFL.

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➡️ Combined Mayan-Spanish and Spanish Mayan Vocabularies / Vocabularios Maya-Español y Español-Maya combinados (2010). David Bolles (recopilador)

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➡️ Mopan Maya-Spanish-English Dictionary / Diccionario Maya Mopan-Español-Inglés. Charles Andrew Hofling (2011). The University of Utah Press.

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Glifo HUN ‘libro, papel, códice’. William Mex.

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El cacao y el chocolate entre tzeltales y tzotziles (bats’il k’op)

por William H. Mex

Este texto compara y analiza el vocabulario relacionado con el cacao y el chocolate que ha sido registrado en los diccionarios coloniales y actuales de lengua Tzeltal y lengua Tzotzil. Estas dos lenguas comparten características entre ellas más que cualquier otra lengua maya. Las palabras se clasifican entre aquellas que refieren a las partes del cacao, las que refieren a su preparación y las que refieren a alguna creencia o costumbre relacionada con el cacao o el chocolate. Primero se mencionarán las voces tzeltales y luego, las tzotziles[1].

Esta es la tercera parte de la investigación lingüística sobre el cacao y el chocolate que toma como base los registros de las lenguas mayas, las dos anteriores han abordado el tema entre los yucatecos coloniales y entre los kaqchikeles coloniales.  

Los nombres y las partes del cacao

En Tzendal colonial el nombre de la ‘mazorca de cacao verde’ se registró como pat, pero en Tzotzil colonial el término era pat kokov [2]. La palabra pat en estas lenguas (y en algunas lenguas mayas) tiene los significados de ‘cáscara, corteza, espalda’, entre otros. La voz para cacao -árbol y fruto- se registró en Tzeltal actual como kakaw, mientras que en Tzotzil el equivalente es kokov, pero parece referir más a la bebida y la semilla del cacao [3]. En Tzotzil actual se usa el término chukul’at ‘el chocolate que se toma’ [4].

En Tzotzil colonial también se registró tzeel kokov ‘chocolate puro, sin mezcla’ o ‘chocolate verde/ no maduro’ y en Tzotzil actual pamal kokov ‘cacao en polvo/ chocolate’. A las ‘cosas pequeñas’ o ‘menudas’ como los granos del cacao o maíz en Tzendal colonial se les nombraba maletz y en Tzotzil colonial, matz’matz’ [5].

Acciones para preparar el cacao

La acción de ‘moler’ granos de maíz o cacao se registró como ghuch en Tzendal colonial, en Tzeltal actual juch’ y también se ha registrado como parte del nombre del ‘chocolate’: juch’bil kakaw (literalmente ‘cacao molido’) [6]. El equivalente Tzotzil colonial era juch’ kokov ‘hacer cacao y molerlo’; aunque con el mismo significado se registró la expresión puk’ kokov; el objeto para agitar el cacao era uya [7].

En Tzendal también encontramos <batz> como ‘barrenar’ y como ‘batir el chocolate y otra cualquier cosa’; se relaciona con el Tzeltal bats ‘enterrar, meter, insertar (en un agujero)’. En Tzotzil también encontramos noy como ‘hacer cacao y molerlo’ y ‘moler muy molido’ [8].

‘Echar como de una jícara de cacao en otra’ en Tzendal era togh, verbo que aparece en los términos compuestos togh-ha y togh-cacau ‘hacer ruido como las goteras de las canales o como el chocolate que se echa de una jícara en otra’, relacionado también con togh ‘chorro’ y con el Tzeltal actual t’ojob ‘gotera’ [9]. En Tzotzil colonial el equivalente era t’oj kokov ‘verter cacao’ de una jícara a otra para hacer espuma, pero también registró las palabras chojet y ch’itet con significados asociados al ruido de las goteras [10].  En el mismo idioma j-vokanel era la ‘cosa espumosa, como el cacao’, término relacionado con el voz actual vok ‘espuma’ [11].

Algunos ingredientes y mezclas

Los diccionarios no dicen mucho acerca de los ingredientes o mezclas que llevaba el chocolate. Pero una frase Tzeltal expresa: buts’an uch’el kakaw sok mats’e traducido como ‘es rico tomar cacao con pozol’. La adición de flores al cacao también se registró en Tzotzil (como en otras partes de Mesoamérica) ya que el extracto de la magnolia ‘flor muy olorosa de hechura de corazón’ nombrada olonton nichim sirvió para añadirle sabor al chocolate [12].

En Tzotzil colonial j-uch’ ho’ era el ‘bebedor’, aunque lo que bebiera fuese chocolate, porque se decía que ‘todas las bebidas están sumergidas bajo el agua’, ho’ [13].

Algunas costumbres relacionadas con el cacao y el chocolate

Es bien conocido que Zinacantán fue un intermediario regional para el intercambio de bienes de lujo y tenía el control del cacao y el algodón en las tierras sometidas [14]. También es conocido que el grano de cacao funcionó como un tipo de “moneda” en Mesoamérica, durante algún tiempo. Por eso no es sorpresa encontrar en Tzotzil colonial varios términos que hacen referencia a la “falsificación” de cacao. Esto se hacía principalmente escondiendo el cacao malo entre el bueno o intercambiando el cacao malo como si fuese bueno, a veces embadurnando el cacao con ceniza u otro material, para ocultar su apariencia.

Entre los términos relacionados con estas acciones tenemos p’isel ta kokov, k’axtok kokov y pak’tay ta kokov como ‘falsear (grano de) cacao’, así como j-pak’tayej ta kokov ‘falseador de granos de cacao’ [15].

Caso aparte, en Huixtán se tiene registro del uso del cacao para arreglar los matrimonios. Así, skokovil es en específico ‘el cacao que se regala con el pan para la novia’ y se expresa: ti jakꞌvaneje ch-och lajuneb pexu kaxlan vaj xchiꞌuk skokovil o sea ‘cada vez que voy a pedir una muchacha para mis hijos, siempre compro diez pesos de pan y cacao’ [16]. El uso del cacao en Mesoamérica para arreglar matrimonios también es algo muy conocido.

También se sabe que el chocolate o el cacao era utilizado en ceremonias, usualmente como ofrendas, aunque no hay mucho registro de ello en los diccionarios.

Comentarios finales

Esta brevísima revisión ha remarcado las semejanzas entre algunos términos tzeltales y tzotziles, lo cual nos dice mucho de la cercanía que estas dos lenguas tuvieron y en algunos casos, aún tienen. Queda claro que esta cercanía no es solo lingüística o geográfica, si no también cultural, por algo los hablantes de ambas lenguas refieren a su idioma bajo el mismo término: bats’il k’op ‘lengua verdadera/legítima’. Un estudio comparativo que considere otras lenguas mayas seguramente revelará más semejanzas.  

Tapa de incensario de cerámica con la imagen de un mono en cuya «soga» cuelgan vainas de cacao. Museo de sitio de Toniná, Chiapas. Fotografía de Javier Hinojosa.

Notas

[1] La ortografía que se usó para el registro de las lenguas mayas en la época colonial es diferente a la actual. En Tzendal del siglo 16-17 la /gh/ representa el sonido de la /j/ “fuerte” del español. En todos los ejemplos la /h/ no es muda, si no que puede representar el sonido parecido a la /j/, pero suave. Los altos glotales /’/no siempre se representaron y la /v/ del tzotzil en la mayoría de los casos representa un sonido intermedio entre la /w/ y la /v/.

[2] (Ruz 1986:359) (Laughlin y Haviland 1988:282). Algunos consideran que la voz pat en este caso se relaciona con patan ‘tributo, negocio, trabajo’, pero como se ha explicado pat es ‘cáscara’ y por extensión, ‘mazorca’.

[3] (Gómez 2017:274) (Laughlin 2010:228) En Tzotzil de Huixtan xkokovil es la ‘crisálida de una mariposa’ (Cowan 2014:129). Tal vez se usa el término kokov por la semejanza entre la crisálida y la vaina de cacao.

[4] (Laughlin 2010:120)

[5] (Laughlin y Haviland 1988:172) (Laughlin 2010:434) (Ruz 1986:329)

[6] (Ruz 1986:296) Otro nombre actual Tzeltal para el chocolate es sepbil kakaw, al parecer entendido como ‘cacao batido’, considerando el verbo sep ‘poner en círculo, hacer rueda’.

[7] (Laughlin y Haviland 1988:215) (Laughlin y Haviland 1988:161)

[8] (Ruz 1986:249) (Polian 2018:145) (Laughlin y Haviland 1988:275)

[9] (Ruz 1986:386) (Ruz 1986:385) (Polian 2018:588). Con ortografía actual, t’oj ja’ es ‘gotear el agua’ y t’oj cacao ‘gotear el cacao/chocolate’.

[10] (Laughlin y Haviland 1988:323) (Laughlin y Haviland 1988:191) (Laughlin y Haviland 1988:199)

[11] (Laughlin y Haviland 1988:330) (Laughlin 2010:616)

[12] (Gómez 2017:274) (Laughlin y Haviland 1988:154)

[13] (Laughlin y Haviland 1988:159)

[14] (Laughlin y Haviland 1988:3)

[15] (Laughlin y Haviland 1988:279, 229, 292)

[16] (Cowan 2014:75)

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Bibliografía

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Los árboles y plantas iximte’ / iximche’ entre los mayas

por William H. Mex

Entre los grupos mayas han sido registrados los nombres de varios árboles o plantas como ixi(‘i)mche’ o ixi(‘i)mte’, es decir, “árboles o plantas (del) maíz”. Sin embargo, varios de estos árboles no hacen referencia a la planta de maíz o a su grano/semilla, si no que refieren a la planta o al grano que es semejante al maíz, ya sea por sus características visuales o por su uso como alimento. Este texto recopila las palabras que en las lenguas mayas refieren a ese tipo de plantas y también discute brevemente los significados de la palabra ixi(‘i)m[1].

Las “plantas de maíz” en el registro maya

En maya peninsular se ha registrado el término ixi’imche’ como el nombre de la planta de la especie Verbenaceae (que incluye árboles, arbustos y hierbas) clasificada como Citharexylum schottii Greenman (ALMY 2007:60). Otra fuente registra ixi’imche’ o xi’imche’ como un árbol de la especie Casearia nitida Jacq. perteneciente a la familia de las salicáceas (Barrera et al.1976:86)[2].

Entre los lacandones, una fuente registra la palabra ixi’mche’ como ‘árbol grande’ (Hofling 2014:134). Pero iximche’ o ixinche’ también designa a algunas plantas de la especie Pleuranthodendron lindenii que también se conoce como botoncillo y a una planta de la familia Flacourtiaceae de la especie Pleuranthodendron lindenii (Turcz) Sleumer. La segunda planta se describe como un árbol pequeño que alcanza los seis metros de altura, crece en terrenos montañosos, da flores blancas y olorosas, además de frutos amarillos, por lo que atrae a los loros y tucanes (Cook 2016:168). Y también se designa así al ramón, que puede incluir a las plantas del género Brosinum y de la especie Moraceae. El árbol de ramón es conocido por sus semillas comestibles ricas en proteínas y también se sabe que su fruto se puede usar para hacer tortillas (Cook 2016:217).

Con los itzá, al cafetillo se le denomina como iximché, xi’im che’ o ixi’im che’ (Casearia nítida) y se dice que su nombre, ‘árbol de maíz’ se debe a que las drupas o frutos de color rojo o anaranjado se asemejan a los granos de maíz (Atran y otros 2004:169).

A: Casearia Nitida; B: Citharexylum; C y D: Pleuranthodendron lindenii. Fotografías de varios autores, tomadas de internet.

En ch’orti’ de Guatemala, iximte’ designa al árbol silvestre de las tierras bajas conocido como ‘fruta de cabra’ o ‘guiliguiste’ (Pérez et al. 1996:76; ALMG 2000:51; Wisdom 1950:486). Una referencia específica que la madera del güiliguiste -Karwinskia calderoni Standl – se usa para hacer el horcón de la casa, para la leña y que iximte’ refiere tanto al palo como a la fruta. Dicha fruta es dulce y se asemeja al grano de maíz cuando no ha madurado, ya que al madurar adquiere color púrpura (Hull 2016:156). 

En la región tzeltal (bats’il k’op) de Chiapas, se registró que la madera del iximte’ se usa para el telar y a veces como leña y viga, pero raras veces como palo de plantar. La clasificación de esta planta incluye bak’il iximte’ ‘planta de maíz genuina’ Cleyera theioides y tsajal iximte’ ‘árbol de maíz rojo’ Trophis spp (Berlin y otros 1996:134, 162 y 200). Otra fuente registra iximte’ como el ‘escobo, ramón colorado’ Casearia sylvestris (Polian 2017:271).

En lengua chuj, ‘ixim te’, designa a un árbol montañés de hojas pequeñas y gruesas con forma de almendra, usado como leña (Hopkins 2012:27). En popti’, iximte’ solo se registró como un ‘tipo de palo’ (ALMG 2013:94) y en ixil, el ixi’m tze’ se describe como un ‘árbol que crece entre bosques, en tierra negra húmeda, sin olor, con flor blanca, fruto verde, rama y tallo café claro’ (Asicona et al. 1998:38).

Una fuente k’iche’ colonial registra <ixim che> como ‘cañas grandes’ pero no hace referencia al maíz, sino a un tipo de bambú (Acuña 2005:433). Por su parte, Recinos (1993:163) traduce Iximche’ como ‘ramón’, considerando éste como el nombre de la famosa capital kaqchikel del período Posclásico. Esta traducción fue registrada en q’eqchi’, donde iximche’ además de designar al ‘palo ramón’ también designa al lugar de Tecpán (Haeserijn 1979:174).   

A: Karwinskia calderoni; B: Casearia nitida; C y D: Brosimum Alicastrum. Fotos de varios autores, tomadas de internet.

Acerca de la clasificación de las “plantas de maíz”

Las “plantas de maíz” se pueden clasificar entre aquellas cuyos frutos se consumen y aquellas que tienen otra utilidad, como el uso para leña o la construcción. Algunos registros dejan en claro que varias de estas plantas se denominan iximte’/iximche’ por que su fruto/semilla se asemeja al grano del maíz. No deja de llamar la atención que la misma planta de maíz no haya sido comúnmente llamada iximte’ / iximche’.

En la mayoría de las lenguas mayas el iximte’ / iximche’ o su equivalente, es el árbol de ramón (Brosimum alicastrum), también llamado “nogal maya”. La forma antigua del término es reconstruible en Maya Sureño como *‘ixi’mtyee’ ‘ramón’, aunque su traducción sería ‘árbol de maíz desgranado’ (Kaufman 2017:84)[3]. El hecho de que el ramón se haya concebido como la “planta de maíz”, podría deberse no solo a su semejanza visual, sino también a que es un alimento nutritivo y a que se usa para la preparación de alimentos, como las tortillas y algunas bebidas. Aunque algunos académicos han sugerido que el fruto del ramón funcionó como un “sustituto” para la semilla de maíz en tiempos prehispánicos, aún se debe recolectar más evidencia para sustentar esa propuesta.

Los descendientes de la palabra *‘ixi’m en las lenguas mayas usualmente tienen los significados de ‘grano de maíz’, ‘semilla de maíz’ o ‘grano de maíz dentro o fuera de la mazorca’. La palabra *‘ixi’m es un participio derivado a partir del verbo transitivo *‘ix o *‘ixi’ ‘desgranar maíz’, por lo que de manera amplia refiere a lo que ha sido o puede ser “desgranado (como el maíz)” (Kaufman 2017:87; Kaufman 2021)[4]. Es posible que el *‘ixi’mtyee’ haya sido el árbol cuyos frutos son nutritivos como el maíz o bien, que iximche’ /iximte’ designara en un principio solo a las plantas que dan semilla/ fruto desgranable o consumible como el maíz[5].

En algunas lenguas mayas la palabra ixim designa a aquellas plantas que dan frutos pequeños como el maíz, como el ixim pataj ‘guayabo relleno’, en ch’orti’ (Hull 2016:156). El Vocabulario de maya yucateco colonial conocido como Bocabulario Maya Than registra términos más interesantes, como u pucçikal yxym ‘coraçón del grano de maíz, almendra, cacao’, kaxal bat; kaxal ixim bat ‘apedrear, caer piedras o graniço’ y ixim ocçabil cebollaob ‘çebollino para trasponer’ (Acuña 1993:204, 104, 224). En estos casos ixim está funcionando como un adjetivo y parece designar, de manera general a los objetos o semillas que son pequeños, sembrables o valiosos como el grano de maíz[6].

El árbol de ramón y su fruto. Foto tomada de internet.

Sobre el iximte’ en la escritura jeroglífica maya

En la cerámica maya clásica ha sido encontrada una referencia al dios del maíz (con mazorcas de cacao en el cuerpo) designado como iximte’ (Martin 2006:155, figura 8.1). Con base en la evidencia lingüística aquí revisada, es viable proponer que en ese caso el término iximte’ funciona para designar a la planta de cacao, debido a que tiene mazorcas como el maíz y estas mazorcas se desgranan como la del maíz. Es decir, en esa imagen el cacao, es un iximte’ ‘árbol de granos/semillas (semejantes al maíz)’ como los que han sido registrados en otras lenguas mayas actuales y pretéritas.

El dios del maíz como iximte’ y árbol de cacao. La sección A probablemente se lea u bah iximte’ ch’ok chan. Dibujos de Simon Martin (2006).

Otro de los registros de iximte’ ocurre en la Secuencia primaria estándar o Fórmula dedicatoria de los vasos de cerámica maya. Allí funciona como un adjetivo que usualmente se aplica al cacao, como el término iximte’el kakaw (ver Stuart 2006; Martin 2006). Sin embargo, en estos casos iximte’ refiere a la contribución de granos de cacao hecha por varias personas y esta clasificación podría incluir el cacao del tributo, de los impuestos, o el cacao usado para negociar matrimonios (Mex 2021:4-7). El iximte’el kakaw del maya epigráfico debe de ser traducido como ‘cacao en grano-tributario’, ‘cacao de la contribución’ o ‘cacao del tributo’, con base en los significados registrados para iximte’ en algunas fuentes yucatecas coloniales (Mex 2021:12). El iximte’el clásico no refiere a ningún tipo de ingrediente, sabor o planta; más bien es una clasificación económica relacionada principalmente con el tributo.

Comentarios finales

En este breve texto se ha visto que la designación “árbol de maíz” rara vez fue aplicada (si alguna vez ocurrió) a la planta de maíz. Más bien el iximte’ / iximche’ refirió principalmente al árbol de ramón y, en el período clásico, al árbol de cacao. Es muy probable que las palabras descendientes del término *‘ixi’m(tyee’), en determinados contextos o épocas hayan designado a plantas/frutos que son como el maíz o que sustituyeron al maíz, por cuestiones simbólicas o económicas. Aún se puede profundizar en la etimología de la voz *‘ixi’m y en la relación entre el árbol de maíz y ramón.


NOTAS

[1] En todos los ejemplos la letra /x/ en las lenguas mayas representa el sonido /sh/ del español. Soy consciente de que la palabra para ‘grano de maíz’ ha sido registrada como ixi’im, ixi’m, ixim, ixiim, xi’im, xi’m, xim o xiim en diferentes épocas, contextos y lenguas mayas. En la escritura jeroglífica maya aún se debate la fonología y transcripción del término.

[2] Quien suscribe esto apenas tiene conocimiento de la nomenclatura o clasificación científica y biológica de las plantas. Disculpas de antemano, ya que cualquier error en el registro o en las fotografías aquí presentadas no ha sido a propósito.  

[3] El Maya Sureño es el ancestro hipotético de todos los idiomas mayas, con excepción del huasteco (teenek) y el kabil.

[4] Es decir, el significado arcaico de *‘ixi’m es ‘desgranado/desgranable’. La voz *‘ixi’m también es reconstruibe en Maya Sureño, mientras que los verbos *‘ix e *‘ixi’ son reconstruibles en protomaya.

[5] Se debe aclarar que la etimología de ixi’im / ixim no tiene nada que ver con im ‘seno’.

[6] Notar que la ortografía del maya colonial es diferente a la actual. Otra posibilidad es que el ixim del yucateco colonial como adjetivo no este relacionado con la palabra para ‘grano de maíz’ si no con el clasificador proto-maya *‘ix ‘hembra; ser o cosa relativamente más pequeño o menos fuerte’ [no necesariamente animado]’ (ver Kaufman 2017:93). No es fácil saberlo, ya que el maya colonial no registró siempre las vocales largas o rearticuladas, pero algunas lenguas mayas registran ixim o ixiim como ‘pequeño, común’. También es posible que la primera entrada (u pucçikal yxym…) esté incompleta y que la falten las palabra para ‘almendra’ y ‘cacao’.

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El cacao y el chocolate entre los mayas yucatecos del siglo 16

por William H. Mex

Introducción

Este breve texto hace una revisión de los términos lingüísticos relacionados con el cacao y el chocolate, tal y como aparecen en dos fuentes del maya yucateco (peninsular) de los siglos dieciséis y diecisiete: el Calepino Maya de Motul y el Bocabulario Maya Than.

El análisis se enfoca en unas pocas fuentes coloniales, enfatizando aspectos vinculados con los nombres, las bebidas y alimentos, los oficios y otros aspectos económicos vinculados con estos dos productos. Se han dejado de lado varios aspectos, principalmente para no hacer demasiado largo el texto.

Menciones generales sobre el cacao en la región

Varios escritos mencionan que el grano de cacao servía como un tipo de “dinero” o “moneda” entre los antiguos mesoamericanos. En el siglo dieciséis, Antonio de Ciudad Real ya enfatizaba que el cacao servía “de moneda menuda en toda la Nueva España, como en Castilla la de cobre; cómpranse con el cacao todas las cosas que con el dinero se comprarían”[1]. La Relación de la provincia de Tabasco recalcaba que el cacao era considerado como “la mayor riqueza de esta tierra” y la Relación de la Villa de Santa María de la Victoria (Tabasco) especificaba también que el tributo cobrado por Motecuzoma era específicamente de cacao[2].

La Relación de las cosas de Yucatán menciona que en la región peninsular hacían “del maíz y cacao molido una manera de espuma muy sabrosa con que celebran sus fiestas” y que los mayas sacaban del cacao una grasa parecida a la mantequilla, la cual, mezclada con el maíz, servía para elaborar otra bebida “sabrosa y estimada”[3].

El análisis de los vocablos y dicciones de la época relacionados con el cacao y el chocolate ayudará a profundizar en aspectos interesantes de la lengua maya.

Los nombres del cacao y del chocolate

El primer tema que nos interesa tiene que ver con un grupo de términos para designar a los tipos de cacao, sus partes y al chocolate. El término registrado para ‘chocolate’ es chacau haa (con ortografía actual, chakaw ja’), literalmente ‘agua caliente’ o bien, ‘bebida caliente’[4]. Por su parte, la voz para ‘cacao’ aunque fue registrada así en fuentes hispanas, en fuentes mayas era común que se registrase como cacau (con ortografía actual, kakaw).

Una ‘especie de cacao’ que se registró es el balam te, mismo término que aparece en otras lenguas mayas, como el tzendal colonial, para designar al patastle o pataxte (Theobroma bicolor)[5]. Otro tipo de cacao era el ‘cacao negro’ designado como ek tzuyen cacau, cuya cáscara al parecer era especialmente dura. Un tercer término -menos común- para el ‘cacao muy sazonado en el árbol’ era cocox[6]. También es necesario aclarar que algunas fuentes se refieren al cacao como una bebida o alimento “frío” y al chocolate como una bebida “caliente”, aunque en Mesoamérica estas designaciones no se relacionan necesariamente con la temperatura de los alimentos.

A la mazorca de cacao se le designaba como u boxel cacau, siendo boxel la ‘cáscara, corteza, vaina’ de las cosas, mientras que la mazorca muy pequeña era el ppiz te[7]. Otras fuentes registran pach cacao y u kab cacao tuliz también como ‘mazorca de cacao’, términos que se pueden entender como ‘(la) carga (del árbol) del cacao’ y ‘(el) brazo completo del cacao’, respectivamente[8]. El ‘corazón del grano del cacao’ era u puczikal ixim, voz que también designaba al “corazón” del grano de maíz y de la almendra[9]. Es interesante que la voz ixim, cuyos equivalentes en lenguas mayas usualmente significan ‘maíz en grano’ o ‘semilla de maíz’, aquí refiera al cacao. Esto podría indicar que, en ciertos contextos o épocas, el ixim no era únicamente el grano de maíz, sino que hacía referencia a las semillas valiosas.

El lugar ideal para la siembra del cacao era donde hubiera mucha humedad y poco sol.  Así lo revela la palabra chheen, la cual además de designar al ‘pozo o cisterna’ y a la ‘cueva de agua’ también era la ‘hoya de cacao’. Otra entrada registra también chheen tun como ‘cueva, hoya de cacao’ y como ‘cueva de agua en peña viva, muy honda’[10]. Otro lugar donde se plantaba el cacao era el kal ax ‘hoya sin agua en que plantan cacao’, especificando en este caso que ‘aunque por los lados haya agua, si en medio hay tierra en que plantarlos, se dice kal ax’[11]. Este término probablemente se conforme de las voces kal ‘recinto’ y ax, voz que designa a algo parecido a una vejiga o ampolla.

Las bebidas, los alimentos y su preparación  

Tenemos información de la preparación de diversas bebidas con cacao y de los aditivos que llevaban. Una de las bebidas más conocidas es el zaca, que se describía como:

“atol, en lengua mexicana, hecho de agua y maíz, y bébese frío (sin cocer ni calentar) ya entrado el día; es bebida fresca y sustenta. Algunas veces mezclan cacao en ella”[12].

Otra fuente registra la misma bebida como una ‘bebida ordinaria de los indios, de maíz cocido, agua y cacao’[13].  El término literalmente significa ‘bebida blanca/clara’, designación que hace referencia a su color. Un nombre de bebida bastante raro es tzune, que designaba a una ‘bebida echa de cacao, maíz y pepitas de zapotes’[14]. Tanto el origen como la etimología de esta palabra son desconocidos y al parecer, en toda la región maya, solamente una fuente yucateca la registró.  

Otra bebida, registrada como aquella ‘de los dioses, que ofrecían los antiguos’ o con la que ‘hacían la bebida a los ídolos’ era chhuyul ha o chhuyul a, literalmente ‘bebida colgante’[15]. Es probable que este tipo de ofrendas consistiera en chocolate o incluyera cacao, ya que otra fuente específica que u chhuyubil luch específicamente era el “colgadero” en que traían o llevaban las ‘jícaras de chocolate’[16].  

También se registraron algunos de los complementos que se agregaban a las bebidas, tales como el mahaz, que se describe como ‘cierto árbol de flores olorosas que echan en el chocolate, y las tales flores’. Otro aditamento (también una flor) se registró como xuchit, y se tradujo como ‘orejuelas para chocolate’. Esta palabra tiene su origen en la voz nahuatl xochitl y se sabe que dicha orejuela es una planta silvestre cuya flor se usaba como especia para dar sabor fuerte al chocolate, a modo de pimienta[17]. Por otra parte, las vainillas olorosas que se echaban en el chocolate eran conocidas como ziiz bic[18].

Además de las bebidas, también se preparaban unos ‘panecillos de masa para hacer chocolate’ mencionados como u taa chacau haa, dicción que literalmente significa ‘la excrecencia del chocolate’, aunque otra fuente registra patbil chacau haa como ‘chocolate en panecillos’ [19].

Un grupo de entradas nos revela parte del proceso de preparación y servicio de estos dos productos. Se hace énfasis en las acciones de tostar, moler y algunas instrucciones para la elaboración del chocolate.

Por ejemplo, ‘tostar, entre la ceniza o rescoldo, maíz en grano o en mazorcas, o cacao’ era chucul tan, mientras que ‘tostar en seco en sartén, caldera o comal’ los granos era kel. Para que hiciera mucha espuma el cacao en el chocolate, se decía que se tenía que tostar muy bien, el término usado en este caso era takan kel, en tanto que la espuma del cacao era yom cacau[20]. Para ‘moler’ cosas como la ‘sal, el maíz o cacao’ el verbo usado era huchh y la muela para moler el chocolate era u caail chacau haa. Si el producto no se molía bien, quedaba en el fondo del recipiente u xixil chacau haa, es decir, los residuos del chocolate[21].

La preparación del chocolate se podía hacer ‘chorreando de una jícara en otra’, lo cual se decía thoh chacau haa, siendo thoh ‘echar a chorro agua, miel, vino o otro licor’[22]. Seguramente este tipo de procedimientos y los aditivos mencionados, además de cambiar la consistencia de la bebida y de hacerla más sabrosa, también tenían algún componente simbólico.

Nombres, títulos y oficios relacionados con el cacao

Son pocos los oficios relacionados específicamente con el cacao. Como ah chheen cab, ah chheen nal o ah pakal te se le designaba al que era ‘señor de hoya de cacau’[23]. Col bet cacao era la acción de ‘hazer milpa alquilado por cacao’, zac bet cacau era ‘alquilarse a tejer a trueque de cacao’ y pidz bet cacao era ‘alquilarse a desmotar, a trueque de cacao’, aunque las tres acciones se podían hacer también a cambio de maíz [24].  

Entre los oficios de las mujeres encontramos que ix mol era la ‘muñidora’, es decir, designaba a la persona que concertaba o reunía a otras mujeres cuando tejían o hilaban entre muchas la obra de una. Además, esta persona recogía cacao de cada una, para que bebiesen entre todas. Por otra parte, ix haa era la ‘chocolatera que hace chocolate’, o literalmente la ‘señora de la bebida’[25].

El cacao como moneda, tributo y símbolo de estatus

Varias dicciones nos permiten acercarnos a los contextos relacionados con la economía y el valor del cacao.

El cacao formaba parte de algunos de los presentes que se enviaban a futuros familiares, a veces para arreglar una boda. Así, el mek se registró como el ‘presente que envía el suegro a su consuegro, padre de su yerno’, y se dice que solía ser de cacao. El coyol era la prenda o señal que se daba, como “arras de casamiento” y el muhuul era el presente que enviaba el padre del varón que se casaba. Otro tipo de arras era designado como xim o ximila, voces que se traducen como el ‘presente o don de cacao, dineros o cuzcas y hacerlos’[26]. Es interesante que se especifique que no todos los presentes de casamiento incluían cacao y sería interesante indagar más en las características de cada uno.

También se mencionan varios tipos de bolsas, al parecer de distinto tamaño y función, para el cacao y el dinero. Una de ellas era u chimil cacao y otra era nombrada ton. Al parecer eran los tipos de bolsa más pequeñas, dado que chim es la voz usada para ‘buche de ave’ y ‘bolsa de los testículos’, mientras que ton refería al ‘miembro viril’. El tem o hotem era otro tipo de bolsa o taleguilla (al parecer la segunda en tamaño) y se especifica que en ella llevaban ‘cacao para gastar’ aquellos que eran mercaderes[27].

A la contribución de cacao se le nombraba como ppixlim cib, y consistía en cera con un valor de veinte cacaos, esta servía para candelas de la iglesia o para subsidiar otras cosas[28]. La mención de veinte cacaos es interesante porque algunas fuentes mesoamericanas remarcan que ese era el equivalente a un día de labor, mientras que otros registros explican que algo ‘menudo’ o de escaso valor, era lo que valía menos de veinte cacaos. Sería interesante profundizar en esta cuestión y también en el simbolismo del número veinte en relación con el cacao.

Observaciones finales

En este breve análisis se ha visto que las diferentes etapas del cacao y sus partes se designaron con diferentes palabras. El vocabulario analizado nos revela cuales eran los espacios ideales para el crecimiento de la planta de cacao y las designaciones de algunas de las bebidas y su preparación. Cuando se analizan con más detalle, salen a la luz los tipos de aditamentos que se usaban y los procesos llevados a cabo para hacer el chocolate.

Era común que ciertos verbos vinculados con la preparación del cacao fuesen los mismos que se usaban para designar la preparación de otros alimentos. Son pocos los oficios relacionados de manera explícita con el cacao, pese a su importancia económica. También es evidente que servía para arreglar matrimonios. Aún hay varios aspectos del cacao y del chocolate en los que se puede profundizar más y seguramente muchas de las cosas aquí mencionadas tienen su equivalente en otras lenguas mayas y/o mesoamericanas[29].

Sección de la p.95 del Códice Madrid, donde se menciona al kakaw en el contexto de ofrenda de sangre (tomado de Vail 2013).

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Anexo. Frases, oraciones y dicciones relacionadas con el cacao y el chocolate  

Nota. En esta parte las dicciones mayas han sido puestas en negritas, no en cursivas y sus traducciones no se colocaron entre comillas simples. Los corchetes indican la reconstrucción de una letra, palabra o traducción no registrada en el manuscrito original. Se ha usado la misma bibliografía citada, pero sin hacer corrección alguna del maya o del español.

Chhehaan in cacao .l. chheha[a]n en ti cacao cacao no tengo ni ay [en] mi poder . [Y, assí,] en qualquier [otra] cosa.
Cenx a kel cacau? [¿qué es de tu cacao tostado?]
In lappah tanam, taakin, cacav tomé assí algodón, dinero, cacao
Bahunx v mek hachil ca ti bini? ¿quánto cacao, etc., embió el suegro a su consuegro?
In mucul chhac tah cacau [cogí cacao en secreto, cortándolo].
Bin v num ya te cacau, tanam, etc. Ganará cacao y algodón, trabajando por que se lo den
Bin v bote hun kal cacau tu ca[a] mocilob pagar[á]n veinte cacaos los vnos y los otros.
Xab.ah.ah trasponer el cacao o ortaliza
Xaabal [acento en la primera] ser traspuesto el cacao o hortaliza, y desparcirse y derramarse el ganado, o junta y congregacion.
Xim cuenta para cacaos.
Hun xim, ca[a] xim [vno o dos cacaos]
Hun xim son dos mazorcas, porque, por vn cacao, que es hun xim, dan dos mazorcas.
V hel v hel cacau, ta[a]kin, ixim, etc. con cacau se paga el cacau, y con dinero [el dinero], etc.
Ximte la derrama o escote o contribución de cacao, o de dineros, entre principales y no principales.
Ximte tex .1. ximte nenex cacau contribuid [con] cacao.
Toppol; toppancil Abrirse los capullos del algodón y cacao
Ixim; te : cacao, cuenta para ello
Hote; ho xim u tulul cuchi Valía cinco cacaos
Dzuy u boxel ek t[z]uyen cacau [dura es la cáscara del cacao negro]
Lahun yox kal cacau in nahalic cincuenta cacaos he ganado hoy
Hun xec naranjo; on; cacau un pie de naranjo, [de aguacate, de cacao]
chiichici chacau haa ca zizac dzedzeci menea así el chocolate [para que se enfríe un poquito]
xach: Desparçir; apartar vnos de otros como contando cacao
Té: [cuenta] para años, meses, dias, leguas, cacao, huevos, y calabazas


Notas

Sobre la ortografía: la ortografía colonial para la lengua maya presenta diferencias con respecto a la ortografía moderna. Las equivalencias son las siguientes: c = k; k = k’; chh = ch’; th = t’; z = s (ç) ; dz = ts’ / tz’; pp = p’; u = w (ante vocal); h = j (nunca es muda) y la x = sh del español (y en todos los alfabetos mayas). Los tonos, vocales rearticuladas y altos glotales no siempre se representan en el maya colonial

[1] García y Castillo 1976:1:182. Cabe mencionar que cacao a veces refiere a la mazorca o a la semilla y chocolate refiere a la bebida que incluye cacao.

[2] De la Garza y otros 1983:2:371 y 427.

[3] Rivera 1985:75.

[4] Acuña 2001:186. Haa o ja’ es la voz para ‘agua, bebida’ y chacau / chakaw es ‘caliente’.

[5] Acuña 2001:75; Ruz 1986:431. Balam significa ‘jaguar’.  

[6] Acuña 1993:297; Acuña 2001:115.

[7] Acuña 1993:161. Probablemente de aquí venga el nombre del pueblo yucateco ubicado en el oriente de Yucatán, escrito actualmente como Pisté. 

[8] Bolles 2018:323.

[9] Acuña 1993:204. Puczikal es la voz para ‘corazón’.  

[10] Acuña 2001:213.

[11] Acuña 2001:322.

[12] Acuña 2001:132.

[13] Acuña 1993:143. La voz zac/sak significa ‘blanco, puro’.  

[14] Acuña 1993:143. La palabra es bastante rara. Es posible que se haya querido registrar tzuyen, ya que ek tzuyen cacau era el ‘cacao negro’, aunque tzuy también significa ‘freir’. Por otra parte, en mopán tzun significa ‘remojar’ (ver Hofling 2011:433), por lo que otra posibilidad es que tzune refiera a una bebida en la que se ‘remojaba’ el cacao. Otra opción es que la palabra se relacione con el ch’ol tzun que significa ‘prender fuego’ (ver Hopkins et al 2011:243) y que designara a una bebida caliente de cacao. Una opción, más lejana, es que esté relacionada con la palabra para designar al árbol o fruto conocido como sonzapote, zunzapote o tzinzapote (de tzontzapotl, voz de origen nahuatl).    

[15] Acuña 1993:143 y 71.

[16] Acuña 2001:219. Chhuy (ch’uy) significa ‘colgar’.

[17] Acuña 2001:385. No es claro si mahaz es una palabra maya o es un préstamo temprano de alguna otra lengua; Acuña 1993:496.

[18] Acuña 1993:629.

[19] Acuña 2001:518 y 234. Taa es ‘excrecencia’ o ‘excremento’.  

[20] Acuña 2001:204 y 333, 618; Acuña 2001:528.

[21] Acuña 2001: 260 y 93; Acuña 1993:123.

[22] Acuña 2001:561.

[23] Acuña 2001:42 y 52. En este caso cab y nal designan a ‘lugar de’ la hoya para el cacao, ch’e’en y pak’al es ‘hortaliza’.

[24] Acuña 2001:118 y 132. Col es la palabra para ‘milpa’, mientras que zac es ‘tejer tela’ y pidz es ‘carmenar algodón’.

[25] Acuña 2001:312; Acuña 2011:43.

[26] Acuña 2001:404; Acuña 1993:114. Las arras se pueden definir como: “Prenda o señal entregada como garantía en algún contrato o concierto; En algunos ritos matrimoniales, monedas que los desposados se entregan como símbolo de su unión; Entrega de una parte del precio o consignación de una cantidad con la que se garantiza el cumplimiento de una obligación”. (DRAE 2021); Acuña 2001:538.

[27] Acuña 2001:540. También se menciona el nac pach, que era el ‘dinero o cacao que lleva uno en algún camino para lo que se le ofreciere o arco y flechas, por si acaso ay alguna caza; hostia y vino, por si acaso no lo hubiere en algún pueblo, para decir missa’ (Acuña 2001:421). Por otra parte, la voz tzoy designaba a ‘bienes y hazienda, como dinero, cacao, ropa y mercaderías’ (Acuña 2001:166).

[28] Acuña 2001:510. Ppix es una voz que designa a las cosas pequeñas y redondas.

[29] Por ejemplo, se tiene registro de una ‘representación de los indios’ llamada ah pakal cacau (Acuña 2001:52). Con ortografía actual es aj pak’al kakaw y parece referir a una deidad.

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