El Tablero Tunesi

William H. Mex

Esta entrada presenta la lectura e interpretación del monumento moderno conocido como Tablero Tunesi. El texto de este monumento, el cual está escrito con signos de la escritura jeroglífica maya clásica, fue elaborado por el arqueólogo Eduardo Puga en memoria del arqueólogo y mayista de origen italiano Raphael Tunesi (1979-2022). Para la información correspondiente a las fechas colaboró el arqueólogo William Mex. Raphael Tunesi creó y mandó a elaborar en vida varios monumentos con escritura jeroglífica e iconografía de estilo maya clásico, por lo que tanto su legado como el siguiente Tablero pueden considerarse ejemplos de la revitalización de la escritura maya clásica.

Descripción del monumento

El Tablero puede considerarse como un monumento póstumo cuya primera sección únicamente consta de imagen, mientras que la segunda sección consta de un breve texto jeroglífico. Aunque el texto y la imagen guardan relación — como en los monumentos mayas clásicos —, en este caso, al ser un epitafio, el texto no describe exactamente lo que sucede en la imagen. Recordemos que, entre los mayas clásicos, la representación de personas de élite o de gobernantes fallecidos muertos en los monumentos públicos  era un “tema tabú”, e incluso al día de hoy, solo se conocen unos pocos ejemplos (ver por ejemplo la pieza K6547).

Vista general del Tablero. Dibujo de Eduardo Puga

La imagen presenta un cartucho cuadrifoliado, el cual indica que el personaje se encuentra en el inframundo. Este tipo de cartucho usualmente representa la boca de las cuevas en otros monumentos de Mesoamérica (ver, por ejemplo, el Monumento 9 de Chalcatzingo); por lo que también tiene volutas inferiores y superiores que representan el vapor que emana de las profundidades de la tierra, a manera de exhalación.

Raphael Tunesi mira hacia su derecha y hace un gesto en señal de diálogo con el dedo índice de la mano derecha extendida, lo que indica que está conversando con la persona que se ubica en su presencia, mientras que apoya la mano izquierda en la parte inferior del recuadro. El tocado nominal que luce en la cabeza hace referencia al nombre maya de la persona: Itzamnaj Bahlam. En este caso, — como con algunos gobernantes del Clásico —, los jeroglíficos mayas aparecen como elementos iconográficos “acomodados” en el tocado de la cabeza: el primero es el glifo ITZAM, con forma de “flor” (con el signo de AK’AB ‘oscuridad’) y el segundo es el signo BALAM, que consiste en la cabeza de un jaguar sin mandíbula, con una voluta de agua en la comisura de su boca. El tocado, que se coloca sobre la pañoleta del ajaw, también luce las hojas de la mazorca de maíz y algunas plumas de quetzal en la parte trasera, características de este tipo de prendas. Además, el personaje luce una notoria orejera circular, con un elemento tubular que sobresale a un lado de su mandíbula.

Es de notar que el personaje representado al centro del cartucho no luce la característica deformación craneal maya ni el cabello largo y su perfil carece de los rasgos de las personas autóctonas de la región, aunque al parecer el artista tuvo la intención de ocultar eso al colocarle un llamativo tocado en la cabeza. Al personaje también se le representó con un pectoral tejido y un interesante collar tubular de piedra preciosa que tiene joyas en los extremos y que luce en la parte de abajo, a manera de colgante, el jeroglífico NAB ‘mar, laguna, río’. Cabe recalcar que, de manera parecida a los elementos de la cabeza, este “glifo” no es parte de un texto, si no que — como elemento integrado a la imagen — indica algo sobre el personaje y ayuda a interpretar otros elementos iconográficos.

El texto jeroglífico del Tablero Tunesi

El texto consta de 24 cartuchos jeroglíficos y aproximadamente 70 signos distribuidos de manera simétrica en un espacio que asemeja a una “T”, ubicado bajo la representación iconográfica ya descrita. Esta forma evoca tanto a las ventanas de algunos edificios de la ciudad de Palenque (como los cuartos del Palacio), como a ciertos pectorales de piedra verde que tienen jeroglíficos distribuidos así (como el pectoral de Nim Li Punit, Belice).

La lectura comienza en la esquina superior izquierda, donde ubicamos dos signos jeroglíficos: el cefalomorfo del número nueve (un personaje que tiene barba de jaguar y una joya en la frente) y el signo del día Ajaw (en su variante abstracta), con su característico marco-pedestal. Esto se translitera como BOLON AJAW, se transcribe como [ti] Bolon Ajaw[al] y se traduce como ‘En la fecha Nueve Señor…’. Esta primera parte plasma la fecha (número y día) de la cuenta de 260 días “Tzolk’in” / Cholq’ij y usa la variante ch’ol de la palabra ‘nueve’, bolon (cuyo equivalente en maya clásico es balun) así como la variante ch’ol del día número veinte (ajaw en maya clásico) . Cabe mencionar que ni la preposición ti ni al afijo -al de la palabra ajaw están representados, pero se reconstruyen con base en la evidencia lingüística de la lengua ch’ol. La fecha hace referencia al día de nacimiento de Raphael Tunesi, 7 de mayo de 1979, sin embargo, la aparición del numeral nueve y del día ajaw, los cuales eran de especial importancia entre los mayas clásicos, nos indica que el día del evento fue muy relevante.

El siguiente cartucho también usa un cefalomorfo para un numeral, pero en este caso es el ocho (en su variante de dios del maíz foliado), que acompaña a los signos de la segunda veintena del calendario maya, Ik’at (Wo en yucateco colonial) . La transliteración es WAXAK IK’-AT-ta, transcrito como Waxak[te’] Ik’at y traducido como ‘…el octavo día de la veintena Ik’at…’. Obviamente, esta parte debe leerse junto con la fecha del Tzolk’in, de esta manera:

Ti’ Bolon Ajawal, Waxakte’ Ik’at

En la fecha Nueve Señor, octavo día de la veintena Ik’at

Como con el numeral nueve, el uso del número ocho en su variante del dios del maíz es muy significativo al momento de interpretar la inscripción. Cabe la posibilidad de que la palabra waxak ‘ocho’ se haya pronunciado con una sexta vocal, como waxäk, por la influencia vernácula del ch’ol en el monumento.

Después de la fecha se ubica el verbo, que en este caso refiere al nacimiento de Raphael Tunesi. Esta parte se translitera como SIH-ya-ja, sihyaj, ‘nació, surgió, brotó’ y después viene el apelativo de la persona, que en este caso se translitera como AJ u-tza-[la] (con el signo la infijado dentro del silabograma tza), se transcribe como Aj utzal y se traduce como ‘el curador’, que es una traducción literal del nombre Raphael .

La siguiente sección comienza especificando que el nombre registrado anteriormente es el nombre juvenil del personaje: u-ch’o-[ko] K’ABA (con el silabograma ko infijado, sustituyendo la oreja del signo ch’o), u-ch’ok k’aba’. Cabe mencionar que el término ch’ok tiene cognados en ch’ol actual con los significados de ‘joven, pequeño, retoño’ y que la palabra k’aba’ también aparece en ch’ol actual y antiguo. Después de esta mención se plasmó un número de distancia 15.2.7.2 (quince días, dos veintenas de días, tres años y dos veintenas de años). Las tres barras representan el número 15 y los dos puntos las unidades, que en este caso acompañan a la variante del signo WINAL con forma de batracio, usado aquí solo por su valor fonético (como rebus) para la cantidad de ‘veinte’. Debajo, tenemos el cefalomorfo del número tres (una versión del Dios del viento), la variante abstracta del signo del año JAB y el cefalomorfo del numero 2, acompañando al logograma WINIKJAB. Esto se translitera así: 15-2-WINAL UX JAB CHA’ WINIKJAB; se transcribe: jo’lajun [k’iniy], cha’ winal, ux jab[iy] cha’ winikjab[iy] y se traduce como: ‘…quince días, dos veintenas de días, tres años y dos veintenas de años después…’. Como comentario lingüístico, debemos considerar la posibilidad de que la palabra jo’lajun se pronunciara jo’läjäm (con sexta vocal) por la influencia vernácula del ch’ol. También la palabra ux ‘tres’ y la palabra jab ‘año, era’ (con vocal corta) reflejan una influencia ch’ol en el monumento.

Después, se plasmó la expresión utiy, ‘sucedió, ocurrió’, transliterada como: u-ti-ya. El evento que ocurrió se “ubicó” en la fecha del Tzolk’in LAJUN CHAB ‘Diez Tierra’, aunque considerando la influencia regional, el día también pudo leerse como CHABAN ‘temblor, terremoto’ (ver más adelante la observación sobre este nombre). En este caso, se eligió el cefalomorfo del número diez (una calavera o deidad de la muerte) y la variante abstracta del día Chab / Chaban, para la fecha importante. Después, como con la primera fecha, se indica la posición del Jab en que se ubicó la fecha anterior, en este caso: LAJUN ka-se, que se transcribe como lajun kase[w] (con la w final del nombre agregada, dado que se abrevió).

Después de indicar la veintena del calendario, se menciona el evento que ocurrió, de esta manera: k’a-[yi] u [SAK-IK’-li], k’a’ay u sak ik’il, que se traduce como ‘se destruyó su blanco aliento’, o bien ‘se extinguió su blanca esencia’. Esta expresión es un eufemismo que sustituye a la expresión ‘se murió’ o ‘falleció’. Como es bien conocido, en las lenguas mayas la muerte del individuo es expresada con frases estandarizadas que refieren a la extinción del aliento vital o bien, a la salida del aliento vital del cuerpo del individuo. El hecho de que se haya plasmado una fecha Tzolk’in con el numeral 10 (una deidad de la muerte) para representar precisamente el fallecimiento de Raphael Tunesi, podría indicar que la “elección” de la fecha para el monumento fue intencional. Curiosamente, esta fecha también se ubicó en la décima posición de la veintena correspondiente del calendario maya.

En la siguiente sección se nombra al personaje fallecido, mediante sus apelativos: ITZAM-BALAM tu-ne-si-[i], Itzam[naj] Balam Tunesi. Es valioso mencionar que con el apellido italiano Tunesi tenemos el primer ejemplo de una palabra no maya escrita con signos de la escritura jeroglífica en este monumento.

A continuación, tenemos otro número de distancia, esta vez 5.18, que se translitera como 5-18 WINAL, jo’ k’in[iy], waxaklajun winal, lo que indica que a partir de la fecha de la muerte transcurrieron cinco días y dieciocho veintenas para que ocurriese (utiy) otra fecha, en este caso la fecha Trece K’an, décimo día de la veintena Kasew. Esto se translitera así: u-ti-ya UXLAJUN K’AN (?) LAJCHA ka-se, lo cual se transcribe como utiy uxlajun K’an(?), lajcha’ kase[w] y se traduce como ‘…sucedió el día Trece K’an, decimosegundo de la veintena (mes) Kasew…’. Aquí se presenta la fecha 13 K’an, y, aunque no sabemos cuál era el nombre del día durante el Clásico, su representación tiene que ver con los alimentos de maíz. Así mismo, se prefirió la variante ch’ol lajchan para el numeral doce, que deriva de la forma antigua maya occidental *lajka’ o *lajkab’. Tanto para el Tzolk’in como para el Jab se usaron variantes cefalomorfas de los numerales: el número 13 es una conflación del 3 y el 10 (por lo que aparece con la mandíbula descarnada) y el número 12 parece ser un aspecto del dios del maíz, que luce el signo CHAN ‘cielo’ en la cabeza.

Posteriormente a la fecha, se menciona al verbo y el objeto de la clausula, en este caso la transliteración es e-tza-ja u-ba-hi u-wo-jo-li u-mu-ku-NAL, etzaj u-bah u-wojol u-muknal, ‘…fue presentada la imagen de los glifos de su tumba de…’. Como comentario lingüístico, se menciona que la palabra muk, de muknal ‘tumba’, tiene cognados en ch’ol que se traducen como ‘enterrar, cubrir, esconder’.

Finalmente, aparece el título del personaje a quien fue dedicada la inscripción: CHA’-NAB-NAL AJAW, Cha’nahbnal Ajaw, ‘Señor del lugar de las dos lagunas’. Es valioso recalcar que, en este caso, el logograma NAB ‘laguna, mar océano’, es el mismo que aparece en el collar del personaje representado al principio.

La lectura (transcripción) completa de la inscripción queda de esta manera:

Ti’ bolon ajawal, waxakte’ ik’at sijyaj Aj utzal, u ch’ok k’aba’;

jo’ k’iniy cha’ winaliy ux jabiy cha’ winikjabiy,

utiy lajun chab, lajunte’ kasew, k’a’ay u-sak ik’il Itzamnaj Balam Tunesi

jo’ k’iniy, waxaklajun winal  

utiy uxlajun k’an, lajcha’ kasew etzaj u-baj u-wojol u-muknal Cha’nabnal Ajaw

La traducción libre queda así:

En el día Nueve Señor, octavo de la veintena Ik’at, nació Raphael (es su nombre juvenil), cinco días, dos veintenas de días, siete años y dos veintenas de años después [aprox. 43 años después], ocurrió la fecha Diez Tierra / Temblor, décima de la veintena Kasew y entonces se extinguió el blanco aliento de Itzamnaj Balam Tunesi. Cinco días y dieciocho veintenas de días después, en la fecha Trece K’an, decimosegunda de la veintena Kasew, fue presentada la imagen de los jeroglíficos de la tumba del Señor de Chanahbnal.

Es relevante notar también que la forma de la inscripción trae a la mente el paralelismo mesoamericano: se distingue una relación entre las fechas con numeral ascendente (9 Ajaw, 10 Chab y 13 K’an), entre los verbos (nacimiento, muerte y dedicación) y entre los nombres o epítetos del personaje (tres diferentes: Aj utzul, Itzamnaj Bahlam y Chanahbnal Ajaw).

Observaciones acerca de las fechas del Tablero Tunesi

Se deben hacer algunas aclaraciones con respecto a las fechas de la cuenta de 260 días plasmadas en el Tablero. Es bien conocido que Raphael Tunesi nació el 7 de mayo de 1979, por lo que su fecha maya de nacimiento, dependiendo de la correlación manejada, puede ser 12.18.5.15.16, 5 Kib 7 Ik’at (con la 584, 283), o bien, 12.18.5.15.18, 7 Etz’nab 6 Ik’at (584, 285) . Sin embargo, la fecha registrada en el Tablero es 9 Ajaw 8 Ik’at, fecha que se ubica algunas posiciones después del nacimiento real.

En este caso, la elección de 9 Ajaw se debe a que es la fecha más relevante (de acuerdo con la historia clásica de Palenque) y cercana al evento real. Como es bien conocido, los gobernantes de la ciudad de Palenque Butz’aj Sak Chik, Ahkul Mo’ Nahb 1, K’inich Janab Pakal 2 y K’inich K’an Joy Chitam nacieron en un día Ajaw, pero con diferente numeral y en diferentes años: 12 Ajaw, 5 Ajaw, 8 Ajaw y 11 Ajaw, respectivamente. La elección de esta fecha, simbólicamente muy importante, tiene que ver principalmente con el significado de la palabra Ajaw: ‘señor, gobernante, jefe, amo, autoridad, orador’. Dado que esta fecha se eligió intencionalmente, también se puede considerar que la fecha no refiere al nacimiento biológico, si no al nacimiento social, es decir, aquel que tiene que ver con los rituales y acciones de presentación del infante, realizados uno o varios días después de haber salido del útero de la madre.

Como dato interesante, se debe mencionar que Raphael nació en un trecena 1 Eb (la octava de las trecenas del Tzolk’in) y en un año 7 Eb (el “cargador” del año). En la ciudad de Palenque clásica podemos encontrar los antecedentes de este tipo de fechas, ya que, por ejemplo, el gobernante Kaan Bahlam 1 nació en un año 7 Eb y tomó el poder en un año 3 Eb (fecha Tzolk’in 10 Eb), mientras que Ajen Yohl Mat subió al poder y murió en años Eb también.

Con respecto a la fecha de muerte de Raphael Tunesi, es bien conocido que ocurrió el 1 de julio de 2022. Con la correlación 584, 285 eso se representa como 13.0.9.11.17, fecha 10 Chab, décima de la veintena Kasew. En este caso, la fecha plasmada en el monumento es 10 Chab ‘Diez Tierra’ o 10 Chaban ‘Diez Terremoto’. Esta fecha — acorde con el evento acaecido — está bajo la influencia de una deidad de la muerte (el numeral diez) y el decimosexto día de la cuenta Tzolk’in. Aunque no sabemos si el nombre del día era Chab~Kab o Chaban~Kaban en la época clásica (la forma con /k/ usualmente se considera el cognado yucatecano o la forma arcaica de la palabra), si tenemos evidencia de la importancia del día en Palenque. Por ejemplo, el gobernante Ahkul Mo’ Nahb 1 nació en un año 13 Kaban,  tomó el poder en fecha 5 Kaban (del año 10 Kaban) y murió en fecha 5 Kaban. De esta manera, el uso del día Chab(an)~Kab(an) va de acuerdo con la tradición histórica palencana más antigua.

Adicional a esto, es valioso comentar que la fecha 10 Chab pertenece a la trecena 1 Lamat, última de las trecenas del Tzolk’in. Y, por otra parte, el año 2022 fue un año 11 Manik’ (cuyo nombre clásico probablemente fue Chij ‘Venado’). La importancia de los años ‘Venado’ para ciertas fechas también tiene sus antecedentes en la ciudad clásica de Palenque, ya que Butz’aj Sak Chik nació y se entronizó en años Manik’ y, además, K’inich Janab Pakal nació, tomó el poder y murió en los años 8 Manik’, 7 Manik’ y 10 Manik’ respectivamente.

Comentarios finales

El Tablero Tunesi es un monumento diseñado para honrar la memoria del arqueólogo italiano Raphael Tunesi. Esto se hace de dos maneras: con la bella caligrafía de los signos y con el contenido y la interpretación de la inscripción. Dado que es un homenaje, no tiene como objetivo plasmar los acontecimientos de manera imparcial y objetiva. La fecha de su nacimiento, Bolon Ajaw ‘Nueve Señor’, se relacionó con otras fechas registradas en los monumentos de la ciudad de Palenque durante el período Clásico. De manera semejante, su fecha de muerte, Lajun Chab ‘Diez Tierra / Terremoto’ se relaciona con las fechas importantes de otros gobernantes que vivieron en esa ciudad en épocas prehispánicas. De esta manera, las fechas del Tzolk’in explican también la relación de Raphael Tunesi con la antigua ciudad de Palenque y nos ayudan a entender las causas de los acontecimientos ya mencionados.

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Notas aclaratorias

1.-La cuenta de 260 días se forma con la combinación de 20 nombres de días y 13 numerales (13  X 20 = 260).

2.-La cuenta Jab de forma con 18 períodos de 20 días (veintenas o meses) y 5 días extras o aciagos (Wayeb).

3.-También es importante mencionar que aunque la plaabra sih / sij no se preservó en ch’ol actual, si se preservó un cognado de la misma, como sijin ‘dar hija en casamiento’ con la raíz transitiva *sij ‘dar, otorgar, ofrecer’.

4.-La cuenta 12.18.5.15.16 5 Kib 7 Wo, quiere decir que desde la “fecha era” de los mayas clásicos (año 3114 a.C.) pasaron 12 Bak’tunes, 18 K’atunes, 5 Tunes, 15 Winales y 16 K’ines, hasta llegar a la fecha 5 Tzolk’in Kib, que ocupa la posición 7 dentro de la veintena o mes Ik’at (Wo, en yucateco colonial).

Correo: arq.will.mex@gmail.com * MSJ / TXT: Cel. (WhatsApp) (+52) 999 334 6689

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El cacao y el chocolate según las lenguas ch’olanas

por William H. Mex

en memoria de Raphael Tunesi (1979-2022)

El presente texto expone y revisa de manera breve los términos relacionados con el cacao y el chocolate que se encuentran en los diccionarios coloniales y actuales de las cuatro lenguas pertenecientes al subgrupo ch’olano de la familia maya: el ch’orti, el ch’olti (extinto), el ch’ol (lakty’añ) y el chontal (yokot’an) [1]. La búsqueda de palabras nos ayudará a revisar las traducciones e ideas relacionadas con los nombres de la semilla y la planta de cacao, con los verbos que se usaban para preparar los alimentos de cacao y, por último, con los nombres de las plantas y animales relacionados con ese fruto mesoamericano [2].

Los nombres de la semilla y la planta de cacao

El primer grupo de palabras tiene que ver con cómo se designaba a la semilla y a las partes del fruto y del árbol de cacao. En ch’orti, el término para el fruto y el árbol en general es kakaw, aunque una fuente registró ute’erar e kakaw como ‘árbol de cacao’ [3]. El equivalente del primer término se documentó como cacao o cacau en ch’olti’ colonial, pero también vaalcab se registró como el nombre de un género de cacao grande [4]. En ch’ol el equivalente (cognado) de los primeros términos se presenta como käkäw (con sexta vocal), a veces traducido como ‘semilla de chocolate’ mientras que ‘cacaotal’ se registró como käkäwol [5]. Su cognado en chontal de Tabasco también presenta la sexta vocal, como käkäw y el ‘sembradío de cacao (lugar ya sembrado)’ se nombra como käkwa [6].

Finalmente, se documentó la palabra patax en ch’orti’, que refiere a un fruto parecido al cacao, mientras que el árbol del fruto se registró como patax te, ambos cognados de términos registrados en otras lenguas mayas [7].

Algunas bebidas y alimentos de cacao

Los cognados del término kakaw pueden usarse para adjetivar otros alimentos o pueden ser adjetivados, usualmente mediante el uso de sufijos. Por ejemplo, en ch’orti, el término para algo que tiene sabor a cacao (o algo que ha sido sazonado con el mismo), se registró como kakawbir y para la bebida caliente hecha de chilate y cacao (conocida como atolillo), el término registrado es kakawbir sa’ [8]. En la misma lengua, se recopiló para pinol(e) (un alimento hecho de gachas de maíz tostado y cacao) la voz chaj, aunque el término general para ‘bebida de cacao’ era uha’ir e kakau que se puede entender como la excreción o el jugo/agua del cacao [9]. Otra fuente ch’orti’ registró muxbir kakaw como ‘cacao o chocolate’, pero literalmente las palabras se traducen como ‘cacao molido’ y también se registró el nombre para la espuma del cacao como ohomar [10].  

En ch’olti colonial, aparecen recopilados los términos amuchit, cacao, uchel, coyem, posol e ilahma como bebidas relacionadas con el cacao y el maíz [11]. Por otra parte, zaca – voz que tiene su equivalente en otras lenguas mayas – se registró como un tipo de bebida: chocolate de maíz y achiote [12]. Del lado del territorio mexicano, en lakty’añ actual también tenemos k’ixin ja’ como ‘agua caliente’, pero también designa al ‘cacao’, además de ch’aj con los significados de ‘amargo’ y ‘chocolate’ [13]. Resulta interesante que, en algunas lenguas mayas, como el maya yucateco colonial, el término para chocolate se traduce literalmente también como ‘agua caliente’.

Verbos en relación con la preparación y el consumo del cacao

Un grupo de términos para designar a las bebidas hechas con cacao deriva de las acciones que se efectúan en su preparación, usando algunos sufijos. Así, en ch’ol actual tenemos el nombre del chorote (bebida hecha de maíz y cacao, común en Tabasco y también llamada pozol de cacao), como xäbäl, que deriva del verbo xäb ‘mezclar, revolver’ [14]. Su equivalente – pero no cognado – en yokot’an de Tabasco se registró como jach’im, con el significado de ‘bebida de maíz cocido con cacao tostado’ o ‘pozol con cacao’ [15]. Esta palabra parece derivar del verbo jach’ que refiere a triturar o machacar algo, en este caso, el cacao y el maíz [16]

Entre las expresiones en las que aparecen los verbos relacionados con la preparación del cacao, tenemos, uch’ihri ukakau ‘ella tuesta su cacao’, que usa el verbo ch’ihr ‘tostar, hornear’ (en ch’orti’) [17]. Su equivalente (tal vez cognado) en ch’orti colonial parece ser chibil [18]. En lengua ch’orti tenemos jix como ‘quitar la cáscara de algo’ y jihx como ‘algo cuya cubierta ha sido removida (como maíz, frijoles, cacao)’ y también el verbo pik’ta como ‘revolver, batir, hacer espuma’, registrado en expresiones como pik’ta e kakaw ‘batir o revolver el cacao[19]. Otro verbo relacionado con los anteriores es tobi ‘quitar la cáscara o piel’ que aparece en expresiones como tobi e kakaw ‘obtener la semilla del fruto de cacao’ [20]. En el mismo idioma, el objeto con el que se bate el cacao se llama usuturnib e kakaw, donde el sustantivo suturnib, que designa al ‘batidor’ deriva del verbo sut ‘girar, dar vuelta’ [21]. También en ch’orti se registró yu’k ‘batir, revolver’, pero más en relación con la acción de batir el cacao cuando se está calentando [22]. Es interesante que el cognado de yu’k se registró en ch’olti colonial como yuclu, pero esta voz refería solo a batir cosas como los huevos; para batir el chocolate se usaba el verbo haxa [23].

Son poco comunes las expresiones para comer o beber en específico algún alimento de cacao, pero en ch’olti colonial hay registro de cuxu para ‘comer carne, maíz o cacao’ [24].  Dado que en varias partes de Mesoamérica se tiene la creencia de que la humanidad fue creada con maíz, esto revela que el cacao también pudo considerarse como un tipo de “carne”, un sustento equiparable al maíz.

Otra expresión registrada (en ch’orti’) en relación con la preparación del cacao es bu’ht’ e kakaw, que se traduce como ‘maíz molido y hervido en la bebida de cacao’, aunque tal vez deba entenderse literalmente como el “relleno del cacao” [25].  

Animales, plantas y objetos vinculados con el cacao

Son escasos los animales vinculados con el cacao que se registraron en los diccionarios aquí revisados. Así, en ch’orti’ tenemos al gorgojo del cacao como umaxir e kakaw, donde el término max puede referir a cualquier tipo de gorgojo o a los agujeros que hace [26]. La misma lengua tiene registro de una planta nombrada como kakawte’, que se traduce como cotonrón (un arbusto silvestre) [27]. Esta planta, del género luehea, al parecer no tiene relación directa con el cacao [28]. Por otra parte, en ch’ol, el käkäwte’ es la fruta comestible llamada cachichín, aunque más allá del nombre tampoco tiene relación con el cacao [29].   

Con respecto a los objetos relacionados con el cacao, en ch’orti hay registro de ucha’ kakau como el ‘pequeño metate usado para moler los granos de cacao’ y también de pohp e kakaw como la ‘estera del cacao en la cual las semillas eran secadas en el sol’ [30]. El equivalente del segundo objeto (es decir, el tapesquito) en ch’olti colonial se registró como chixib [31].

El molinillo, palito o batidor de chocolate (o atole) se registró en ch’ol como majas, pero el origen de la palabra no es muy claro [32].

Comentarios finales

En este breve recorrido se ha visto que la palabra para cacao tiene poca variación en las lenguas cholanas. El uso de prefijos y afijos en relación con las palabras para el cacao y el chocolate y los verbos relacionados con ellos es regular y tiene equivalencia en otras lenguas mayas. La relación del cacao con el maíz, el frijol y otros alimentos también se refleja en otras lenguas mayas y en otros grupos étnicos mesoamericanos. Por eso mismo, es común que los verbos usados para la preparación o consumo de estos alimentos sean, hasta cierto punto, los mismos. Parece ser que el uso y consumo del cacao y el chocolate no llevó a la creación de términos lingüísticos especiales o muy específicos.

Dada su composición, los diccionarios revisados presentan poca información sobre el tema que ha sido abordado, por lo que queda pendiente una investigación más amplia que explique el origen, uso y desarrollo de las palabras aquí mencionadas en otros contextos. También ha quedado para otra ocasión explicar cómo se relacionan estas palabras con el uso del cacao y el chocolate en contextos ceremoniales o rituales.

Cacao amelonado forastero de Palenque. Foto de Raphael Tunesi

NOTAS

[1] Este texto usa varias fuentes lingüísticas de diversas épocas y lugares. La familia de lenguas mayas se compone aproximadamente de 30 lenguas habladas principalmente en México, Guatemala, Belice y una parte de Honduras. La ortografía para el registro de estas lenguas muestra variación. Por ejemplo, en textos coloniales toda /c/ antes o después de vocal representa el sonido de la /k/. El sonido de la /s/ a veces se representa con la /z/ y ninguna /h/ es muda, si no que representan el sonido de la /j/ del español, mientras que la grafía /x/ representa el sonido /sh/ (representado fonéticamente como /ʃ/ ). La /ch/ y /ts/ o /tz/ representan una sola consonante respectivamente y el apóstrofo /’/ representa un alto glotal, que no siempre se registraba en los textos coloniales. La lengua chontal tiene una sexta vocal que se pronuncia algo semejante a la /i/ del español y a veces es representada con la grafía /ɨ/ o /ë/ en los textos de uso común, pero aquí se representa con la grafía /ä/, al igual que la sexta vocal de la lengua ch’ol, solo que ésta tiene un sonido intermedio entre /o/ y /u/.

[2] La lengua ch’ol o lakty’añ se habla principalmente en los estados mexicanos de Chiapas y Tabasco, y en menor medida en Campeche y la lengua chontal o yokot’an se habla principalmente en el estado mexicano de Tabasco, en los municipios de Centla, Centro, Jalpa de Méndez, Nacajuca y Macuspana. Estas dos lenguas pertenecen al subgrupo ch’olano occidental. Por su parte, la lengua ch’orti se habla principalmente en la región este de Guatemala, en los departamentos de Zacapa y Chiquimula y en partes del este de Honduras. El ch’orti, junto con el extinto ch’olti forman las lenguas ch’olanas orientales. Estas cuatro lenguas son las que más semejanza guardan con el lenguaje de los jeroglíficos mayas clásicos (aunque algunos académicos consideran al ch’orti y ch’olti como las más cercanas).  

[3] (Wisdom 1950:488) (Robertson et al. 2010:95) (Wisdom 1950:670). La palabra para árbol es te’.

[4] (Robertson et al. 2010:97). No encontré cognados de esta palabra en otras lenguas mayas. Su etimología es difícil de explicar.

[5] (Aulie y Aulie 2009:137) (Hopkins et al. 2011:96). El sufijo -ol parece indicar el “lugar de algo”.

[6] (Keller y Luciano 1997:57). La palabra parece ser una variante de käkäwal.

[7] (Wisdom 1950:560). La palabra se registró como pataxte, patastle o patastillo en algunas lenguas.

[8] (Wisdom 1950:488).

[9] (Wisdom 1950:696) (Wisdom 1950:464). La palabra para ‘excrecencia’ o ‘agua’ es ha’ / ja’ en las lenguas mayas. Resulta interesante que la palabra para ‘amargo’ o ‘pinole’ en algunas lenguas mayas sea ch’aj o k’aj, pero en ch’orti’, en este caso, tenemos chaj. No es seguro que sean cognados.

[10] (Hull 2016:293) (Wisdom 1950:549).

[11] (Robertson et al. 2010:89).

[12] (Robertson et al. 2010:91). El término parece significar literalmente ‘agua blanca’.

[13] (Hopkins et al. 2011:118) (Hopkins et al. 2011:46).

[14] (Hopkins et al. 2011:274).

[15] (Keller y Luciano 1997:338).

[16] Keller y Luciano registran juch’ como moler y también jach’än como ‘mascar’. El primer verbo tiene cognados como juch’ o joch’ en lenguas mayas y, hasta dónde sé, algo como jach’ no aparece con un significado parecido en otras lenguas.

[17] (Wisdom 1950:719).

[18] (Robertson et al. 2010:169) .

[19] (Wisdom 1950:761) (Wisdom 1950:566) (Wisdom 1950:568).

[20] (Wisdom 1950:674).

[21] (Wisdom 1950:643).

[22] (Wisdom 1950:772).

[23] (Robertson et al. 2010:90, 91). En ch’orti actual, el verbo jax refiere más a torcer algo.

[24] (Robertson et al. 2010:99).

[25] (Wisdom 1950:595). La expresión no incluye ninguna de las palabras para ‘maíz’. Bu’ht tiene que ver con rellenar o incrementar el tamaño de algo.

[26] (Wisdom 1950:524). También se documentó el nombre del insecto que provoca ronchas en la piel humana conocido como cuentacacao: boror chan y la hierba de este: boror chan k’opot. En ch’orti actual, awaw o away es el nombre de una araña (que no hace telaraña) también llamada cuentacacao. Más allá del nombre (y tal vez su posible semejanza con la semilla de cacao), estos insectos no se relacionan con el cacao.

[27] (Hull 2016:188).

[28] Pero en algunos lugares a la misma planta se le llama pataxte o patastillo. Otra planta que algunos registros mayas mencionan es el madrecacao, a veces como k’ante’, chante’ o cuchunuc.

[29] (Hopkins et al. 2011:96).

[30] (Wisdom 1950:697).

[31] (Robertson et al. 2010:169). No es claro el origen de la palabra. La terminación -ib forma nombres de instrumentos usualmente a partir de verbos. La primera parte de la palabra podría relacionarse con la raíz ch’ix que en algunas lenguas mayas tiene que ver con ‘calentar’, tal vez entendido más como ‘secar’.

[32] (Hopkins et al. 2011:139). Al parecer solo en itzá se registró un cognado de la palabra, traducida como ‘molinillo, batidor’: aj maja’as. En yucateco colonial se registró mahaz como el nombre de una flor que se agregaba al cacao, pero difícilmente sería cognado.

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BIBLIOGRAFÍA

-Aulie, H. Wilbur, y Evelyn W. Aulie
2009 Diccionario ch’ol-español, español-ch’ol. Serie de Vocabularios y Diccionarios Indígenas, Mariano Silva y Aceves no. 21. ILV, México, D.F.

-Hopkins, Nicholas, J. Kathryn Josserand, y Ausencio Cruz Guzmán
2011 A Historical Dictionary of Chol (Mayan): The Lexical Sources from 1789 to 1935, Tallahassee: Jaguar Tours.

-Hull, Kerry
2016 A Dictionary of Ch’orti’ Mayan-Spanish-English. Salt Lake City: University of Utah Press.

-Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI)
2022 Atlas de los Pueblos Indígenas de México (https://atlas.inpi.gob.mx/)

-Keller, Kathryn C., y Plácido Luciano G.
1997 Diccionario chontal de Tabasco (mayense). Serie de Vocabulario y Diccionarios Indígenas “Mariano Silva y Aceves” no. 36. SIL, Tucson.

-Robertson, John S., Daniel Law y Robbie Haertel (eds.)
2010 Colonial Ch’olti’: The Seventeenth-Century Morán Manuscript. University of Oklahoma Press, Norman.

-Wisdom, Charles
1950 Materials on the Chorti Language (Microfilm Collection of Manuscripts on Middle American Cultural Anthropology, 28). Transcrito por Brian Stross. University of Chicago, Chicago.

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